El hongo botrytis y la marihuana
Lista de contenidos
La botrytis (Botrytis Cinerea), también conocida por moho gris, es un hongo que ataca a un gran número de plantas, pues se calcula que más de 200 variedades distintas puede ser infectadas. Junto con el oídio es uno de los hongos más comunes en cultivos de marihuana en exterior, por lo que ahora que se acerca el inicio de la floración es conveniente recordar cómo podemos evitar su aparición en nuestro jardín. Si el cultivador se descuida y las condiciones de reproducción son adecuadas, una infección de botrytis puede arruinar una cosecha en pocos días, precisamente en el momento en que las plantas alcanzan su pleno desarrollo.
La botrytis puede reproducirse sexual y asexualmente, alimentándose de los tejidos de la planta huésped. Existen 22 especies y un híbrido dentro del género Botryotinia; la que nos ocupa en este post (Cinerea) es utilizada en algunos viñedos para producir vinos nobles de excelente calidad, pues el hongo hace que se incrementen las tasas de azúcar en la uva y mejore las cualidades organolépticas del vino elaborado a partir de ésta. Veamos a continuación cómo identificarla, prevenirla y tratarla.
Botrytis en cultivos de marihuana en exterior
Normalmente, la presencia de botrytis en un jardín de marihuana se limita a la época de floración, y resulta relativamente extraño verlo en jardines de interior. En cultivos de exterior, la botrytis puede aparecen por diversos motivos, aunque los principales son las lluvias y las orugas. Durante el verano, época normalmente seca en la que las plantas crecen y no han desarrollado flores todavía, es realmente extraño ver síntomas de este hongo. No obstante, a finales de verano y principios de otoño, cuando la mayor parte de plantas de cannabis se encuentran en plena floración, las lluvias pueden representar un problema grave, en especial cuando se presentan una serie de factores conjuntamente: plantas en floración avanzada, lluvias que persisten durante días, mala circulación del aire o demasiada humedad en el lugar de cultivo pueden dar al traste con el esfuerzo de los últimos meses.
Hay cultivadores que cubren sus plantas al empezar las lluvias otoñales, por ejemplo con plástico de invernadero y una sencilla estructura, para que éstas no se empapen con cada lluvia o rocío. También pueden encontrarse en el mercado diversos productos preventivos y tratamientos notablemente efectivos contra este hongo, tanto orgánicos como químicos. Recomendamos el uso de algún preventivo orgánico durante el inicio de la floración, especialmente si el cultivo está ubicado en zonas húmedas o con lluvias constantes. El secado de la cosecha exterior presentará el mismo riesgo de infección que el de los cultivos de interior, por lo que asegurarnos que la humedad en el secadero no se dispare será esencial.
Otra posible fuente de infección son las orugas, todo un clásico de cada otoño en muchos jardines. Dejando de lado los daños que causan en la planta directamente (hojas retorcidas, cogollos “taladrados”, etc) las orugas se comen literalmente los cogollos, dejando surcos a través de las flores. Con las lluvias e incluso el rocío matinal, éstos surcos terminan por desarrollar botrytis a causa de la elevada humedad. Los síntomas clásicos de una infección de este hongo son marchitamiento de las flores, que presentan un color grisáceo (o con tonos marrones) y cambian completamente su textura, que se torna algodonosa y quebradiza. Un primer síntoma típico es observar alguna de las hojas que salen del interior de los cogollos marchitarse: si abrimos éste, probablemente encontraremos botrytis entre el tallo y el cogollo. En caso de encontrar síntomas deberíamos retirar los cogollos afectados e iniciar algún tratamiento de inmediato, siempre y cuando estemos a tiempo (no es aconsejable realizar ningún tipo de tratamiento si la cosecha está cerca).
Sin embargo, lo mejor que podemos hacer para evitar este tipo de situaciones es realizar un tratamiento preventivo contra las orugas durante el verano (por ejemplo, con Bacillus Thuringiensis) para limitar al máximo posible su aparición durante la floración de las plantas, tratamiento que alargaremos hasta que éstas terminen la prefloración. Es importante recordar que se trata de una acción preventiva (tanto contra las orugas como, indirectamente, contra la botrytis), por lo que debemos realizar aún cuando no veamos síntoma alguno en el cultivo (el Bacillus es especialmente eficaz para evitar que las orugas posen sus huevos en las plantas, y no tanto contra los ejemplares adultos).
Botrytis en cultivos de marihuana en interior
A no ser que las condiciones de temperatura, renovación de aire y – especialmente - humedad sean realmente desfavorables, no es común encontrar este hongo en cultivos de interior. En caso de producirse un ataque de botrytis en este tipo de cultivo, lo más probable es que sea debido a niveles excesivos de humedad y/o a una pobre renovación del aire, algo que se soluciona fácilmente instalando un equipo de ventilación en el cultivo acorde tanto con el volumen del mismo como con los sistemas de iluminación que estemos utilizando.
Una vez hemos terminado el cultivo de interior no podemos bajar la guardia todavía, pues durante el secado de las plantas podemos sufrir el mismo problema. Por ello, os aconsejamos no descuidar esta importante fase y vigilar en todo momento que la humedad dentro del secadero sea de aproximadamente un 50-60% y exista una mínima circulación de aire. Muchos cultivadores utilizan armarios de cultivo de tamaño reducido con un pequeño extractor con filtro de carbono; de esta manera consiguen mantener una circulación del aire y un nivel de humedad adecuado, además de librarse del intenso olor que desprende la marihuana durante el secado.
Prevención y control de la botrytis
Para evitar la aparición de botrytis, o para mantenerla controlada en caso de que aparezca, debemos tomar una serie de precauciones:
- Escoger correctamente la variedad de marihuana a cultivar. Sátivas como Easy Haze o Amnesika 2.0 funcionan muy bien, así como Early Maroc, que suele cosecharse antes de que lleguen las primeras lluvias de finales de verano
- Mantener los niveles de humedad por debajo del 60% y una correcta circulación de aire y ventilación en el cultivo
- Retirar restos de materia vegetal muerta o en descomposición
- Aplicar periódicamente algún fungicida preventivo orgánico
- Realizar aplicaciones de Bacillus Thuringiensis durante la prefloración y primeras semanas de floración de las plantas para mantener a raya las orugas
- Si es posible, cubrir las plantas durante las lluvias de finales de verano y otoño
- Retirar las partes ya infectadas
- Si se vive en una zona especialmente húmeda, limitarse a plantas especialmente resistentes a este hongo (las plantas con grandes cogollos compactos suelen ser las primeras en infectarse)
- Dejar espacio suficiente entre las plantas
- No regar en exceso durante la fase final de floración
Esperamos que esta serie de consejos os ayuden a mantener alejado al hongo botrytis de vuestras plantas, es realmente fustrante ver perdido el esfuerzo y tiempo invertidos durante todo el verano por descuidarnos al final del cultivo.
No dudéis en dejarnos cualquier duda o comentario, estaremos encantados de contestaros.
Felices cultivos!