Cannabis Ruderalis: qué es y cómo revolucionó el mercado de las semillas
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Cada cierto tiempo, el mercado de las semillas de marihuana sufre una auténtica revolución, como la sucedida a finales del milenio pasado con las semillas feminizadas, o como la aparición de un nuevo tipo de variedades no dependientes del fotoperiodo, dicho de otro modo, variedades autoflorecientes o automáticas.
La irrupción de este nuevo tipo de plantas supuso un antes y un después para muchos cultivadores, plantas que con el paso de los años y unos buenos programas de crianza han mejorado mucho en gran parte de sus características de cultivo. Y todo ello lo debemos a que, en algún momento, alguien decidió utilizar un tipo de genética hasta ese momento "olvidado" por los consumidores de cannabis, la genética Ruderalis. Hoy os contamos su historia y cómo la incorporación de estos nuevos genes ha cambiado la escena del cultivo de cannabis para siempre.
Orígenes del Cannabis Ruderalis
Como ya vimos en nuestro post sobre el debate Indica-Sativa, el tema de la taxonomía en las distintas especies (¿o deberíamos decir subespecies?) de cannabis es complicado y sigue abierto a día de hoy, así que en este artículo sólo daremos un breve repaso a los principales descubrimientos al respecto.
Corría el año 1753 cuando el biólogo sueco Carlos Linneo redactó la primera descripción biológica de la planta de cannabis en su Species Plantarum, definiendo la especie como Cannabis Sativa (se trataba de lo que hoy conocemos como cáñamo, encontrado en Europa). Pasadas unas décadas, en 1785, el naturalista francés Jean Baptiste Lamarck clasificó una segunda especie encontrada en la India, a la que llamó Cannabis Indica (rica en THC y que se esparció por el sudeste asiático, Europa y África).
Ya en 1924, D. E. Janischewsky clasificó una tercera clase de plantas de cannabis con unas características muy curiosas, como su alto contenido en CBD, bajo en THC y, sobre todo, su propiedad de empezar el ciclo de floración independientemente de las horas de oscuridad y luz recibidas. Este nuevo tipo de plantas, provenientes de Rusia (Siberia) y Europa del Este, recibió el nombre de Cannabis Ruderalis.
Durante décadas, el Cannabis Ruderalis permaneció "marginado" tanto por los consumidores medicinales y/o recreativos como por la industria. Sin embargo, a finales del siglo XX algunos breeders ya habían sabido encontrar interesantes aplicaciones para este tipo de genética en sus proyectos, lo que a la postre derivó en una auténtica revolución en el mercado de semillas de cannabis comerciales.
Características del Cannabis Ruderalis
El nombre "Ruderalis" proviene del término rūdera en latín, que a su vez es la expresión plural para rūdus, que significa "escombros" o "ruinas". En biología, se refiere a plantas silvestres que crecen entre residuos o deshechos y que son las primeras en colonizar un terreno que ha sido alterado de algún modo.
A grandes rasgos, las principales características del Cannabis Ruderalis son las siguientes:
- Plantas pequeñas y compactas
- Hojas de foliolos con apariencia híbrida y algo separados entre ellos, con menor número
- Poca cantidad de resina en sus flores
- Menor cantidad de THC y mayor cantidad de CBD
- Capacidad de florecer según edad y no según las horas de luz/oscuridad recibidas
Las primeras plantas de cannabis automáticas
En efecto, no fue hasta ya bien entrado el s. XX cuando la primera variedad comercial de cannabis autofloreciente vió la luz de la mano de un apasionado breeder canadiense llamado The Joint Doctor. Criado en una granja, ya desde joven nuestro protagonista mostró interés y pasión por las plantas, también por la marihuana, pues en sus últimos años de instituto ya fardaba de tener los mejores cogollos de la zona, cultivados por él mismo.
Poco después, y ya en la Universidad, The Joint Doctor (TJD) empieza a cultivar cannabis en un pequeño espacio de su dormitorio. Es durante esta época cuando se da cuenta de la necesidad por parte de muchísimos cultivadores de plantas adaptables a cultivos en espacios reducidos, normalmente en interior. ¡Y es que no todos los fumetas disponen de una granja y tierras donde plantar todo el cannabis que necesiten! Pasado un tiempo, un rastafari mexicano amigo de TJD llamado Antonio le cede unas semillas de una yerba llamada Mexican Rudy. Nuestro protagonista pronto las germina, pues sabe que Antonio lleva más de 30 años cultivando y coleccionando semillas y sus flores no suelen defraudar a nadie.
Mexican Rudy resultó ser un planta compacta, de corta estatura y rápida floración, más precoz que cualquier cepa que TJD hubiera cultivado antes. Indagando algo más sobre ella, descubrió que - probablemente - se trataba de un cruce entre Ruderalis (de hay el "Rudy" de su nombre) proveniente de Rusia y una planta mexicana hecho durante la década de los 70, bien en la Universidad de Mississippi o en la de Ottawa. Aunque no era la yerba más potente que había catado, Mexican Rudy permitía a sus cultivadores disfrutar de estupendas flores en pleno verano, en un momento en que las variedades "tradicionales" ni siquiera habían empezado a florecer. ¡Una gran ventaja, sin duda!
Fiel a su idea de conseguir nuevas cepas adaptables a cultivos de interior, compactas, de rápida floración y potentes, TJD comienza su aventura cruzando Mexican Rudy con una de las estrellas de su jardín, una Northern Lights #2 que conserva por su elevada producción, potencia y corta estatura. La descendencia de este primer cruce (como hoy bien sabemos) no dió ejemplares autoflorecientes, pero TJD sí observó que las plantas eran más rápidas que su NL#2 original. Y es que, al ser recesivo, el gen autofloreciente no se muestra en la primera generación filial, algo que TJD desconocía por aquel entonces.
Lejos de desanimarse, TJD decidió cruzar algunas de las semillas F1 obtenidas de este primer cruce con otra de sus plantas favoritas, una magnífica William's Wonder. ¡Cuál fue su sorpresa cuando la descendencia de este segundo cruce dió lugar a plantas que florecían incluso en fotoperiodo de crecimiento! El gen recesivo había regresado a la ecuación, y por fortuna TJD guardaba semillas de todas las plantas implicadas, por lo que pudo estabilizar el gen autofloreciente en su proyecto. Los pilares de la mítica variedad de marihuana Lowryder acababan de fundarse, la primera genética 100% automática que apareció en el mercado. Nota curiosa: el nombre de la variedad viene de la revista favorita de coches de TJD, Lowrider, bautizándola así durante una sesión matutina de lectura sobre su "trono de porcelana". Ya nos entendemos.
La revolución autofloreciente
Desde esta tímida aparición de Lowryder en el mercado, mucho han cambiado las cosas en el panorama de las variedades de marihuana autoflorecientes o automáticas. Poco a poco, el público general supo darse cuenta de las enormes ventajas que representaba para muchos cultivadores el uso de este tipo de semillas. Algo que, lógicamente, no pasó desapercibido para los criadores, productores y bancos de semillas, que pronto quisieron ofertar tambien variedades con esta interesante característica en sus catálogos.
Así, pronto pudimos disfrutar de mejores variedades automáticas, que a su vez sustituyeron a las primeras utilizadas (como Lowryder) para la creación de nuevas y más potentes autos. Con el tiempo, incluso se han desarrollado variedades auto de gran tamaño, incluso mayores que otras plantas fotodependientes, dando lugar a plantas realmente productivas y con el gen autofloreciente. Por fin, los cultivadores que querían hacer 2, 3 o incluso 4 cosechas al año podían hacerlo desde semilla, y aquellos que tenían un jardín o balcón con una gran contaminación lumínica podían satisfacer sus deseos cultivetas sin problema alguno.
Finalmente, la genética Ruderalis también ha permitido a los criadores crear versiones más rápidas de otras variedades, aprovechando esa primera generación filial que nace del cruce entre una planta fotedependiente y una auto. Versiones que parmanecen muy fieles a la madre fotodependiente original, pero que recortan su periodo de floración entre 1 y 2 semanas al cruzarse con una variedad automática.
Dudas frecuentes en el cultivo de Marihuana Autofloreciente
Cultivar genéticas de marihuana autofloreciente es mucho más sencillo de lo que puedes imaginar si sigues unas pequeñas precauciones básicas. Resuelve tus dudas en este artículo, y disfruta de varias cosechas de marihuana, abundantes y de calidad, a lo largo de la temporada de cultivo exterior. Te lo explicamos.
Ventajas del uso de Cannabis Ruderalis
Ya hemos visto algunas de las ventajas que proporciona cultivar este tipo de variedades, aunque los que hemos visto no son los únicos motivos para cultivar plantas con genética Ruderalis o introducirla en proyectos de breeding. Veamos algunas más:
- Plantas no fotedependientes: no necesitan un fotoperiodo determinado ni noches en total oscuridad para florecer (pueden cultivarse en zonas iluminadas de noche)
- Crecen durante 3-4 semanas y después comienzan su floración de manera automática
- Tamaño pequeño y compacto, caben en cualquier sitio
- Suelen necesitar menos cantidad de agua que las variedades fotodependientes
- Son muy resistentes a plagas e inclemencias del tiempo (especialmente a las bajas temperaturas)
Variedades de cannabis autoflorecientes
Por último, os dejamos un listado con algunas de nuestras genéticas automáticas, algunas de ellas ricas en THC y otras en CBD. ¡Esperamos que las disfrutéis!
- Cherry Punch Auto
- Gorilla Glue Auto
- Purple Sunset Auto
- Banana Zkittlez Auto
- Lemon Auto CBD
- Cheesy Auto CBD
Como siempre, os invitamos a dejarnos vuestras dudas o comentarios, incluso vuestros trucos de cultivo favoritos con este tipo de variedades. Estaremos encantados de responderlos.
Felices cultivos!
Referencias:
- Cannabis sativa and Cannabis indica versus “Sativa” and “Indica”, John McPartland
- Models of Cannabis Taxonomy, Cultural Bias, and Conflicts between Scientific and Vernacular Names, John McPartland, Geoffrey W Guy
- Cannabis Systematics at the Levels of Family, Genus, and Species, John McPartland