Cómo ventilar un cultivo de marihuana
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Marihuana y ventilación
Cuando nos disponemos a realizar un cultivo de marihuana en interior, son diversos los factores a los que debemos prestar la debida atención si no queremos que se nos multipliquen los problemas. Junto con la iluminación en el cultivo, la ventilación de nuestro espacio de cultivo interior es uno de los aspectos más importantes si queremos tener plantas fuertes y sanas, así como generosas cosechas. Un ambiente mal ventilado no permitirá "respirar" a nuestras plantas, la marihuana consume CO2 durante el periodo diurno y O2 durante el nocturno. Si no ventilamos correctamente, las plantas no podrán efectuar debidamente sus funciones básicas, pues les faltará CO2 durante el día (periodo en el que liberan O2) y oxígeno durante la noche (cuando liberan CO2). Aquí tenéis más información sobre el CO2 en el cultivo que os aclarará dudas que puedan surgir sobre su uso.
Por ello, normalmente en cultivos de interior se utilizan extractores de aire (suelen ser potentes, pues muchas veces se les acopla un filtro de carbón activo para eliminar cualquier olor proveniente del espacio de cultivo), intractores de aire (siempre de menor capacidad en m3/h que los extractores para provocar una presión negativa que hace que el olor y el aire no se escapen por rendijas o cremalleras) y ventiladores que remueven el aire del interior de la sala para que este no quede "estancado". Como vemos, y en especial en el caso del extractor, este montaje nos sirve no sólo para renovar el aire de la habitación o armario, sino también para filtrar los olores que desprenden las plantas (especialmente en floración) y para reducir la temperatura y humedad de la sala, que aumenta rápidamente cuando se encienden los equipos de iluminación.
Ventilación y temperatura en una sala de cultivo
Para aprovechar al máximo las características del sistema de ventilación, y puesto que en la inmensa mayoría de veces se necesita rebajar la temperatura de la sala producida por las lámparas, lo más habitual es montar el extractor en la parte alta de la habitación. Como sabemos, el aire caliente tiende a subir, por lo cual - si lo que queremos es eliminarlo - lo más lógico será situar la toma de aire del extractor sobre los reflectores, o conectada a ellos en caso de utilizar reflectores refrigerados por aire (tipo cooltube).
Siguiendo este esquema, y también por lógica, el intractor (que toma aire del exterior y lo introduce en la sala) deberá ir situado en la parte baja del cultivo. En el raro caso de que la temperatura de la sala sea demasiado baja incluso con los focos encendidos, montaremos el sistema al revés, con el extractor abajo y el intractor arriba, y por supuesto no usaremos reflectores refrigerados por aire.
Un cálculo que suele usarse para saber qué caudal debe tener nuestro extractor es calcular el volumen del espacio de cultivo (m3) y tener en cuenta éste debería ser capaz de renovar el aire de la habitación en unos 5 minutos. Como puede suponerse, dependiendo del tipo de iluminación utilizado la necesidad de rebajar la temperatura producida por ésta será muy distinta, no es lo mismo el calor producido por un equipo HPS que por un sistema LED o CFL. La necesidad de reducir el calor dependerá también del caudal de nuestro intractor, así como de dónde proceda el aire que metemos en la sala de cultivo (no será lo mismo coger aire del interior de una vivienda que de un rincón sombrío y fresco de un jardín). Así pues, antes de elegir el extractor debemos tener muy claro el volumen de nuestro espacio de cultivo y la iluminación que utilizaremos.
Muchos cultivadores tienen su equipo de ventilación (extractor, intractor y ventilador) encendidos constantemente cuando las luces están también encendidas, y a intervalos durante los periodos nocturnos (normalmente se monitorizan las temperaturas para fijar estos intervalos con un temporizador como más convenga, de manera que temperatura y humedad sean lo más estables posible).
Control de clima en el cultivo de cannabis
Pueden utilizarse también distintos controladores de clima donde conectamos los componentes de nuestro equipo de ventilación y fijamos la temperatura/humedad que la que queremos trabajar; el controlador se encargará de encender o apagar estos componentes en función de las lecturas en la sala y de los valores de temperatura/humedad que le hemos fijado. Aproximadamente, nuestra sala debería estar a 26-28ºC con las luces encendidas y a unos 20ºC con las luces apagadas.
No debemos olvidar el importante papel que juega la ventilación en relación a la humedad. En una sala o armario llenos de plantas la humedad es muy alta, especialmente cuando las plantas son grandes y están en floración. El extractor y el intractor renuevan el aire y hacen que la humedad disminuya, algo básico para no acabar teniendo problemas con hongos durante la floración de las plantas. Suele recomendarse una humedad cercana al 70% durante la fase de crecimiento , sobre el 50% durante la floración. En caso de necesidad, los cultivadores utilizan también humidificadores o deshumidificadores según necesiten aumentar o disminuir la humedad de la sala, combinando su uso con el sistema de ventilación con tal de tener las condiciones climáticas perfectas para la variedad de marihuana que estén cultivando.
Olor y ventilación en el cultivo de marihuana
Como hemos mencionado, nuestro sistema de ventilación nos permite a su vez eliminar el olor procedente de las plantas. Nuestro extractor, a parte de renovar el aire de la sala en pocos minutos y reducir sensiblemente la temperatura en su interior, es también perfecto para acoplarle un filtro de carbón activo, un difusor de olor o bien un ozonizador tubular. De esta forma, todo el aire extraído de nuestro espacio de cultivo pasa a través del filtro de carbón o del ozonizador, que eliminan las moléculas olorosas y hacen que el aire que sale de la sala sea limpio y libre de indiscretos olores, algo muy útil cuando cultivamos variedades especialmente olorosas como Cheesy Auto o Naranchup.
Para mejorar todavía más el clima de nuestro armario o habitación, podemos aportar CO2 extra a nuestras plantas, pues éstas son capaces de asimilar hasta tres veces el CO2 presente en el ambiente. De esta forma conseguimos mejorar el rendimiento de las plantas sensiblemente, aunque deberemos tener una serie de conceptos muy claros antes de aventurarnos a montar un sistema de CO2 en nuestro cultivo.
Recordad siempre que el clima es uno de los factores más importantes a la hora de conseguir una cosecha abundante y de calidad. No importan las genéticas que tengamos o los fertilizantes que usemos; si no proporcionamos a nuestro cultivo un clima acorde a las necesidades de las plantas, éstas no se desarrollarán debidamente y no producirán ni la cantidad ni la calidad que son capaces de ofrecer encontrándose en perfectas condiciones climáticas.
En el mercado encontraréis todo tipo de aparatos para montar un sistema de ventilación perfecto para vuestro cultivo: extractores e intractores de los más diversos caudales, ventiladores de pie, de suelo o de pinza, silenciadores que reducen el ruido del flujo de aire, cajas silenciadores donde meter el extractor, que reducen el ruido y vibración producidos por el mismo, aires acondicionados portátiles y de pared, mantas y cables térmicos, etc. Todo lo que necesitáis para tener un clima perfecto en vuestra sala.
Os deseamos felices cultivos, hasta pronto!