El crecimiento del cannabis (Fase vegetativa)
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De las tres fases de desarrollo que tiene una planta de marihuana a partir de una semilla - germinación, crecimiento y floración - , la segunda etapa, el crecimiento vegetativo, podría parecer la menos delicada o importante. Gran error, pues cada fase forma parte de un mismo proceso y cualquier irregularidad o descuido en el cultivo durante una de ellas repercutirá en todo lo que reste del proceso de desarrollo de la planta. Por lo tanto, la fase vegetativa o de crecimiento de la marihuana es tan importante como la de germinación o la de floración.
Llamamos fase de crecimiento o vegetativa al periodo de desarrollo de la planta que va desde que la semilla ha germinado hasta que la planta empieza a florecer. En esta fase la planta tiene un crecimiento exponencial; cuanta más masa vegetal, hojas y ramas desarrolle, más se acelera el crecimiento, generando a su vez más hojas y más ramas.
Los factores que influyen en la fase vegetativa de la planta de marihuana son varios. No hay duda que el futuro de nuestras plantas pasa por el conocimiento que tengamos de estos factores, y la manera en que nos desenvolvamos con ellos tendrá una consecuencia directa en cosechar con o sin éxito nuestras plantas.
Cultivo Interior / Cultivo Exterior
La diferencia que hay en la fase de crecimiento de la marihuana entre el cultivo en exterior y el cultivo en interior es básicamente la fuente de luz: natural en exterior (el Sol), artificial en interior (luces HM, LEC, Fluorescentes y CFL o sistemas LED).
En el cultivo exterior nos regimos por la estacionalidad, esperando a cultivar durante la época del año que tenga las condiciones favorables de fotoperiodo y temperatura. Por tanto, los factores lumínico y de temperatura pierden interés en el cultivo exterior ya que poco podemos hacer para controlar estos factores, y si lo hacemos será de una forma muy indirecta. Así, y para evitar problemas, en exterior suele hacerse un cultivo al año que en hemisferio norte será de Abril a Octubre y en hemisferio sur de Setiembre a Mayo, aproximadamente.
Sólo queda pues centrarse en factores como el medio de cultivo, el riego y los nutrientes, factores que actúan muy parecido a cómo lo hacen en un cultivo de interior. Siendo así, definiremos estos puntos más adelante y las explicaciones nos servirán para ambos tipos de cultivo, siempre con las especificaciones necesarias.
Sí podemos destacar que en el cultivo exterior la fase de crecimiento se prolonga bastante más que en el de interior al no poder alterar el fotoperiodo de las plantas. En las variedades más precoces, empezando el cultivo en primavera, la fase de crecimiento puede durar 3-4 meses, mientras que la de las más tardías puede prolongarse hasta 5-6 meses.
El cultivo interior es otro mundo, ya que en él entran todas las variables en juego y podemos llegar a “manipular” algunos procesos naturales de la planta como acelerar su desarrollo o conseguir mejores resultados de sabor, efecto y producción. Para alcanzar estás mejoras es necesario un buen desarrollo de la fase de crecimiento.
La fase vegetativa de la planta de marihuana en un cultivo de interior siempre será más corto que en exterior, aunque puede variar mucho dependiendo de la variedad o tipo de planta que cultivemos y de cómo lo hagamos. No es lo mismo cultivar una variedad autofloreciente, donde el periodo de crecimiento dura de 2 a 4 semanas, que cultivar unas semillas feminizadas en las que este periodo puede durar de 4 a 8 semanas dependiendo tanto de la variedad como del resto de factores.
Medio de cultivo
El medio de cultivo que utilicemos también influirá en el tiempo que dura la fase de crecimiento. Si usamos tierra como medio de cultivo el periodo de crecimiento se alarga un poco más, aunque también es el medio de cultivo más fácil de controlar, ideal para cultivadores noveles. Con un sustrato compuesto que sea rico en nutrientes, o con una buena mezcla de abonos sólidos con tierra, se puede cubrir perfectamente la nutrición de la planta durante toda la fase de crecimiento.
En los cultivos con fibra de coco el periodo de crecimiento suele ser más corto, sobretodo porque en la primera etapa de la fase de crecimiento este tipo de cultivo es muy explosivo gracias a que la fibra de coco aporta una muy buena oxigenación a las raíces, mejorando considerablemente el crecimiento del sistema radicular de la planta. Este medio de cultivo es más exigente con el cultivador, especialmente en el control del riego y la aplicación de nutrientes (ajuste de pH y EC, tempertura y oxigenación de la solución nutriente, etc).
Por último, si usamos sistemas de cultivo hidropónicos veremos que son los más intensivos; en este tipo de cultivo es donde la fase de crecimiento se acelera más, pues la oxigenación de las raíces aún es más rica que en los cultivos con fibra y la nutrición suele ser más intensiva que en los dos medios de cultivo anteriores. Sin embargo, suele ser un sistema reservado a cultivadores experimentados dada la complejidad de este sistema de cultivo.
Parámetros de cultivo en la fase de crecimiento de la marihuana
Luz
El fotoperiodo en la fase vegetativa o de crecimiento de la planta es el más largo en cuanto a horas diarias de luz de todo el cultivo del cannabis. Se recomienda aplicar un fotoperiodo de 18 horas de luz y 6 de oscuridad al día, que podemos ajustar fácilmente con ayuda de un temporizador.
Tanto las horas de luz como las de oscuridad tienen su importancia. Durante las horas de luz la planta realiza la fotosíntesis: a través de la clorofila la planta absorbe la luz y transforma la energía de la luz en energía química, o lo que es lo mismo, transforma energía inorgánica en energía orgánica.
En cambio, durante las horas de oscuridad la planta solo realiza la respiración celular, toma oxígeno y libera dióxido de carbono, parte fundamental para el metabolismo de las células vegetales. El equilibrio entre estos dos procesos es esencial para el buen desarrollo de la planta.
En cuanto al tipo o calidad de luz para la fase de crecimiento, hay varias opciones. Podemos usar lámparas de cultivo de Halogenuros Metálicos de 250, 400 y 600W, bombillas CFL de bajo consumo, lámparas mixtas, paneles LED, las nuevas luminarias LEC o CHM, etc. Si no tenemos prisa por adelantar el proceso de crecimiento, lo más recomendable es usar lámparas de bajo consumo CFL de 250W, son lámparas de luz blanca y fría, no producen calor y reducen considerablemente el recibo de la electricidad. Lo mismo serviría para los tubos fluorescentes, muy populares para enraizar esquejes o conservar plantas madre.
Si por el contrario tenemos prisa por cultivar y queremos ahorrar tiempo en la fase de crecimiento, usaremos bombillas HM de luz blanca con una potencia de 400W - 600W. Estas bombillas - que necesitan un balastro eléctrico para funcionar - aceleran el proceso de crecimiento pero producen más calor, cosa que nos puede venir bien si tenemos el cultivo en un lugar frío pero fatal si la temperatura de la estancia ya es elevada. Por ello muchas veces se utiliza un tipo de luz en invierno y otro en verano.
Hay la opción de la bombillas HPS mixtas, también de 400W - 600W, que al igual que las bombillas HM precisan de un balastro eléctrico para funcionar, siendo muy prácticas y usadas por cultivadores de todo el mundo. Las bombillas HPS mixtas combinan los espectros necesarios para el crecimiento y la floración de las plantas de marihuana; con ellas no será necesario cambiar de bombilla cuando pasemos a floración, bastará con cambiar la frecuencia horaria del temporizador pasando a un fotoperiodo de 12h de luz y 12h de oscuridad.
Un dato que ha de quedar claro es que a más potencia de luz más aceleramos el proceso de crecimiento, aunque también produciremos más calor. Teniendo en cuenta que la temperatura es un factor crucial, siempre procuraremos mantener unas temperaturas en el cultivo que estén entre 22 y 26 grados centígrados con luz, y 18 y 22 grados en oscuridad. Estos rangos de temperatura los conseguiremos teniendo un buen equipo de ventilación y extracción, y usando calentadores o aire acondicionado en caso necesario.
Así, el sistema de iluminación siempre ha de ir acompañado de un buen equipo de extracción y ventilación acorde con las medidas del habitáculo de cultivo y de la potencia y tipo de luminaria que utilicemos. Si el ambiente de cultivo es muy seco, también podemos necesitar un humidificador; en fase de crecimiento se recomienda unos valores de humedad relativa de un 60% a un 70%. Para casos de estancias frías un pequeño radiador de calor nos puede ayudar a estabilizar la temperatura. Usar un calefactor de aire no es recomendable ya que expulsa aire caliente y puede resecar demasiado el ambiente del cultivo.
Riego
El riego en la fase de crecimiento sigue el ritmo exponencial de este periodo de desarrollo de la planta. Se puede diferenciar sin problemas como aumenta la cantidad y frecuencia de riego que exigen las plantas a medida que pasan las semanas y van creciendo. Es muy importante estar alerta y atender esta creciente demanda hídrica, especialmente en los cultivos con fibra de coco. La temperatura ideal del agua de riego debe estar alrededor los 22 grados. Un buen ajuste de la temperatura y la humedad ambiental del armario de cultivo ayudará a mantener un sustrato húmedo y mullido.
Controlar el pH (coeficiente que indica la acidez o alcalinidad del agua) y la EC (electro-conductividad o nivel de sales disueltas) del agua de riego es un factor a tener en cuenta, pues de ello depende una mejor asimilación de los nutrientes por la planta. El pH recomendado del agua de riego para un cultivo de marihuana en tierra está entre 6 y 6,8. La EC del agua debe rondar los 0,4-1,2 miliSiemens (dependerá del tipo de tierra usada y de la cantidad de abono que ésta contenga). En coco e hidroponía usaremos un pH menor, sobre 5,5-6 y una EC algo mayor, entre 1,4 y 1,6.
Nutrientes
Otro factor decisivo en la fase de crecimiento son los nutrientes. Aquí se abre un gran abanico de opciones, tantas como la gran cantidad de productos nutricionales y activadores para cultivo de marihuana que hay en el mercado. En la fase vegetativa, el nitrógeno (N) principalmente y el potasio (K) son los elementos más consumidos por la planta.
Una opción muy cómoda y segura es optar por uno de los muchos sustratos abonados que hay en venta hoy en día. Se trata de productos muy completos y con la variedad suficiente de nutrientes para cubrir las necesidades de las plantas durante tres semanas o un mes, tiempo que en muchos casos ya cubrirá la fase vegetativa. Es muy recomendable (sobre todo durante la primera etapa de la fase de crecimiento) aplicar un estimulador de raíces mezclado con el agua de riego, lo que dará un buen impulso al desarrollo radicular de la planta acelerando el progreso del cultivo.
Debemos tener mucho cuidado con los excesos de fertilización, pues podemos saturar a la planta por la acumulación de sales de los mismos fertilizantes e impedir que la planta asimile los nutrientes correctamente. Una de las carencias más comunes es la de nitrógeno, fácilmente detectable ya que las hojas más viejas (de la parte baja de la planta) van amarilleando. El calcio (Ca) y el magnesio (Mg) también son elementos importantes que nunca deben faltar; un carencia de ellos repercute en las hojas y brotes más jóvenes, que nacen deformes y con manchas amarillentas.
Resumen de los factores principales de cultivo durante la fase vegetativa de la marihuana
- En cultivo exterior, y dada su temporalidad, la fase de crecimiento puede durar de 3 a 6 meses dependiendo variedad.
- En cultivo interior controlamos factores como el fotoperiodo, por lo que podemos llegar a “manipular” procesos naturales de la planta y conseguir acelerar su desarrollo.
- La fase vegetativa de una planta de marihuana cultivada en interior puede durar de 2 a 4 semanas (autoflorecientes) y de 4 a 8 semanas (feminizadas), dependiendo de la variedad.
- El medio de cultivo también influye en la duración de la fase de crecimiento de la planta: tierra (menos intensivo), fibra de coco (intensidad media), hidroponía (más intensivo y complejo).
- El fotoperiodo en la fase vegetativa o de crecimiento de la marihuana en cultivo de interior es el más largo en cuanto a luz, se recomienda aplicar 18 horas de luz y 6 de oscuridad.
- Tipos de lámpara para fase de crecimiento: Bombillas bajo consumo CFL de 250W (crecimiento pausado), Bombillas HM 400W - 600W (crecimiento explosivo), Bombillas mixtas HPS 400W - 600W y bombillas LEC/CHM 315W (crecimiento explosivo+versatilidad).
- Rangos de temperatura y humedad para la fase de crecimiento de marihuana: Temperatura de 18 a 26 grados centígrados. Humedad relativa de 60% a 70%.
- La demanda de agua de riego crece con el desarrollo de la planta, así que prestad siempre atención a la necesidad de riego. La temperatura ideal del agua de riego es de 22 grados.
- Control de la calidad del agua de riego: el pH recomendado del agua de riego para un cultivo de marihuana en tierra está entre 6 y 6,8. La EC del agua debe rondar los 0,4-1,2 miliSiemens.
- En la fase vegetativa la planta de marihuana, el nitrógeno (N) principalmente y el potasio (K) son los elementos más consumidos por la planta.
- Un sustrato compuesto que sea rico en nutrientes o una buena mezcla de abonos sólidos con tierra puede cubrir perfectamente la nutrición de la planta durante toda la fase de crecimiento.
Esperamos que este artículo os ayude a conseguir un mejor crecimiento de vuestros cultivos. Sin lugar a dudas, para conseguir una floración explosiva y el mejor rendimiento posible un correcto crecimiento es fundamental!
Felices cultivos!