Cultivo a partir de esquejes de marihuana
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La marihuana es una planta con una gran variabilidad genética, lo que hace que de una misma cepa podamos obtener distintos fenotipos, similares entre sí, pero que pueden llegar a tener notables diferencias tanto en estructura, como en aroma o en productividad.
Esto significa que, si germinamos varias semillas de marihuana de una misma genética difícilmente nos saldrán plantas exactamente iguales, ya que se mostrarán varias manifestaciones posibles del ADN de dicha cepa.
No se trata de algo bueno ni malo, sino más bien se trata de potencial, del enorme potencial que ofrece una semilla de cannabis, que puede germinar y regalarnos multitud de posibilidades botánicas, todas ellas ilusionantes.
De hecho, si somos unos buscadores de experiencias, podemos dedicar nuestro tiempo a encontrar los mejores individuos de las variedades que cultivemos, seleccionándolas para hacer madres y así conservarlas, o para compartirlas con nuestros amigos cultivadores.
¿Qué es un esqueje de marihuana?
Un clon o esqueje de marihuana, es una porción de una planta madre, un brote a la que le salen raíces y se transforma en otra planta nueva, exactamente igual que la original.
Es decir, que al enraizar y cultivar una planta a partir de un esqueje conseguimos una planta idéntica a la planta madre en todos los sentidos, lo que nos garantiza que se desarrollará igual, que tendrá el mismo sabor, el mismo vigor, la misma potencia y estructura que ella.
Esto se debe a que tanto la planta donante como el esqueje comparten el ADN, lo que significa que mostrarán las mismas características, motivo por el que se justifica que sean iguales.
¿Cómo se hace un esqueje de marihuana?
Conseguir nuestros propios esquejes es muy sencillo, siempre que dispongamos de algunos elementos esenciales y que sigamos ciertos pasos y mantengamos la máxima higiene durante el proceso.
Lo primero que debemos tener es una “planta madre”, una planta de marihuana que nos guste, de la que sacaremos los clones, cortando brotes de la misma y enraizándolos.
Esta madre debe estar muy sana y nutrida, y se recomienda podarle la punta superior varias veces para fomentar su ramificación, lo que nos permitirá conseguir muchos brotes cada vez que queramos sacar esquejes.
Luego el proceso es simple, basta con cortar brotes con un bisturí esterilizado (haciendo el corte con un ángulo de 45º), mojarlos en hormonas de enraizamiento, e introducirlos en un taco de turba o de lana de roca, y ponerlos bajo una fuente de luz con una humedad ambiental alta y a temperatura constante de 22-24ºC.
Si lo hacemos bien, al cabo de pocos días veremos que empiezan a enraizar, y a los 7-15 días los tendremos listos para el cultivo.
¿Conviene cultivar esquejes en vez de usar semillas?
Depende, ya que ambas opciones son buenas para un cultivador típico, es decir, con ambas opciones conseguiremos una buena cosecha si trabajamos bien, pero lo cierto es que trabajar con esquejes nos facilitará conseguir un cultivo absolutamente homogéneo, lo que nos puede venir muy bien al sembrar marihuana en interior.
Es decir, que nos costará mucho menos esfuerzo conseguir una cosecha abundante y de calidad, ya que podremos trabajar todas las plantas de igual forma.
También nos resultará muy útil en técnicas de cultivo intensivo como el Sea Of Green o SOG, donde nos interesa poner muchas plantas iguales en poco espacio, para conseguir así un mar de puntas centrales. Si partimos de esquejes, todo el proceso será mucho mejor que si partimos de semillas, por los mismos motivos que antes.
Esto nos permite conseguir una gran cantidad de hierba idéntica, lo que puede ser del gusto de los fans de ciertas variedades, de los amantes de los concentrados, de los cultivadores de marihuana medicinal que necesiten cosechas homogéneas ricas en CBD…
Además, cultivar a partir de esquejes nos permite ahorrarnos el tiempo de germinación y las primeras fases del desarrollo de las plantas, pudiendo pasarlos directamente a floración en caso de ser de una genética muy sativa como la marihuana Easy Haze. Este ahorro de tiempo de vegetativo puede permitirnos hacer un cultivo más al año, obteniendo una cosecha extra.
¿Son mejores los esquejes que las semillas?
Por lo que se ha comentado, puede parecer que cultivar a partir de esquejes de marihuana es mucho mejor idea que cultivar a partir de semillas, pero lo cierto es que en realidad, las cosas no son nunca tan blancas o negras.
Es cierto que los esquejes ofrecen ventajas claras, pero también ciertos inconvenientes. Por ejemplo, si usamos esquejes para conseguir plantas grandes, la verdad es que nos ofrecerán una producción menor que si partimos de semillas, alcanzando unos 400g/m2 bajo 600W en vez de los 600g/m2 tradicionales que podemos conseguir con las cepas más productivas, como por ejemplo, la marihuana Lemon OG Candy.
Por otro lado, si decidimos cultivar a partir de esquejes, y optamos por comprarlos en el mercado negro en vez de hacerlos nosotros mismos, corremos el riesgo de que nos vengan infectados de araña roja, micro ácaros u hongos, que nos compliquen el cultivo y que nos infecten el armario, lo que puede traernos problemas serios durante bastantes cultivos.
También puede pasar que nos vendan clones de distintas genéticas diciéndonos que son la misma, lo que hará que nuestro cultivo no sea homogéneo y que también puede causarnos quebraderos de cabeza indeseados.
Como vemos, para algunos, los esquejes son la panacea, mientras que para otros, es mucho mejor idea utilizar semillas de marihuana. Todo depende del tipo de cultivo que queramos hacer, de las genéticas que cultivemos, de si queremos toda la hierba igual o nos gusta que nos sorprendan los fenotipos…
Desde Philosopher Seeds te aconsejamos que cultives como más te apetezca, y te recomendamos que te hagas tus propios esquejes o que cultives solo los de amigos de confianza, que te den la certeza de que están limpios.
Planta, investiga, selecciona, cruza, comparte, fuma y se muy feliz, porque la marihuana va de eso, de pasarlo en grande y de ser buena gente, no?