Cultivo de marihuana de guerrilla
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Cultivo de marihuana de guerrilla
El cultivo de cannabis de guerrilla es una práctica relativamente común entre aquellos cultivadores que no tienen ningún espacio propio donde poder cultivar, ya sea una sala de cultivo interior o un jardín o terreno exteriores. En pocas palabras, se trata de buscar un buen emplazamiento en algún bosque o monte cercano donde poder realizar el cultivo sin que éste sea detectado, algo que puede ser complicado dados los múltiples peligros potenciales que existen: agentes rurales, excursionistas, buscadores de setas, cazadores...todos ellos pueden dar con las plantas incluso sin querer, algo que el cultivador querrá evitar a toda costa.
En este artículo vamos a explicaros qué debéis tener en cuenta a la hora de elegir el mejor sitio para cultivar cannabis, así como cuál es la mejor manera de preparar éste para que las plantas pasen lo más desapercibidas posible y nos ofrezcan su máximo potencial. Además, os recomendaremos las variedades de cannabis más adecuadas y os daremos una serie de trucos para que podáis sacar el mejor partido a vuestro cultivo, pues como todo cultivador de exterior sabe a menudo sus reservas personales dependen de una sola cosecha al año, por lo que no se puede fallar.
Así pues, seguridad, discreción, condiciones climáticas o genética serán sólo algunos de los aspectos que trataremos para que podáis obtener los mejores cogollos en vuestros cultivos de guerrilla...¡como si tuviérais las plantas en vuestro propio jardín!
El lugar ideal para el cultivo de guerrilla
Una cosa debe quedar clara desde el principio: las plantas o cultivos de guerrilla no son "especiales", por lo que tienen exactamente las mismas necesidades básicas que debemos satisfacer en cualquier otro emplazamiento de cultivo exterior. Cualquier carencia que sufran las plantas (falta de luz, de agua, plagas, etc) repercutirá negativamente tanto en la cantidad como en la calidad de la cosecha, por lo que es recomendable planear bien el cultivo antes de empezar especialmente ni no se tiene pensado visitarlo con frecuencia. Vamos a ver ahora cuáles son los principales aspectos a tener en cuenta al planear y elegir la ubicación del cultivo, con lo que nos facilitaremos las cosas y conseguiremos la máxima producción de nuestras plantas:
Horas diarias de sol en el cultivo de marihuana
La iluminación, ya se trate de cultivo interior o exterior, es tan básica y necesaria como el agua para las plantas. Al cannabis le encanta la luz, por lo que los mejores emplazamientos son siempre aquellos que más horas de luz solar diarias reciben. A tener en cuenta que algunos lugares pueden gozar de una gran exposición solar durante la primavera pero tener mucha menos en verano, cuando las plantas están formando los cogollos. Deberemos tener en cuenta pues la horografía del terreno respecto al recorrido del sol y también la distribución de la vegetación cercana (árboles, arbustos, etc) que pueda tapar la luz.
Así como en interior siempre debemos procurar una correcta ventilación en el cultivo, con una corriente de aire que introduzca aire fresco y expulse el aire viciado y el calor, en cultivo de guerrilla el viento puede ser un gran enemigo. Para empezar, y como todo cultivador de exterior sabe, a menudo una ráfaga fuerte de viento puede tronchar los tallos o ramas de las plantas, resultando en una muerte casi segura de las partes afectadas. Además, y no menos importante, el viento se encarga también de transportar el intenso olor de las plantas a decenas de metros de distancia, y lo último que queremos es que nuestro jardín se huela desde una finca o camino cercanos! Tened esto en cuenta y estudiad los alrededores del sitio escogido para evitar que el olor pueda llegar a zonas no deseables. Un pequeño claro rodeado de matorrales suele ser un buen sitio, pues éstos harán de pantalla para el viento y la planta apenas recibirá corrientes de aire.
Como escoger el lugar para cultivar en Guerrilla
Como ya hemos dejar entrever - y lógicamente - el sitio escogido debe quedar fuera del alcance de la vista desde caminos o casas. No sólo esto; a ser posible, también lo suficientemente lejos de éstos como para que no llegue el olor. Tened en cuenta que, en determinadas zonas, y justo cuando las plantas están repletas de flores y desprenden más olor, comienza la temporada de setas, por lo que los montes se llenan de ávidos buscadores que pueden toparse por sorpresa con vuestro jardín. Vigilad también la presencia de cazadores, al igual que los anteriores a veces se meten por los sitios más insospechados monte a través y alejados de los caminos.
Algunos cultivadores escogen varias zonas donde dejan unas pocas plantas en cada una, de esta manera se aseguran de poder cosechar algo aunque alguien descubra alguna de las plantas. No es una mala idea, aunque también aumenta las posibilidades de que alguien nos descubra durante el cultivo y además dará bastante trabajo extra...no es lo mismo encontrar y preparar un buen sitio que varios!
Plagas de animales en el cultivo de guerrilla
La fauna del bosque puede representar un problema serio en un cultivo de guerrilla. Debemos utilizar un programa de prevención de plagas en el cultivo de marihuana para evitar el ataque de caracoles y babosas, también de los insectos típicos que pueden atacar al cannabis en exterior, como el pulgón o la cochinilla algodonosa. Para los caracoles, esparcir cáscara de huevo machacada alrededor del tallo funciona a la perfección, los caracoles notan que se cortarán al intentar pasar por encima y ni se acercan a las plantas. Existen muchos preventivos e insecticidas naturales en el mercado para otro tipo de insectos como los mencionados.
Otra precaución recomendable es alejarnos de los típicos caminos creados por animales de tamaño considerable...no es buena idea poner las plantas en el lugar de paso de una familia de jabalís! Por último, alejaos de los campos o zonas llenos de hoyos de topos como de vuestro peor enemigo, no tardarán en destrozar las raíces de vuestras matas. Por último, recordad que muchos animales evitan las zonas donde huelen a humanos, así que "marcar" el territorio de cultivo con nuestra propia orina (el perímetro) mantendrá a muchos de ellos alejados!
El riego del cultivo de cannabis
Encontrar un buen sitio donde cultivar, que reúna las condiciones anteriores, y que además tenga alguna fuente de agua cercana es casi un seguro de éxito! Sin duda, una vez se ha encontrado el sitio adecuado respecto a luz, seguridad y discreción, el gran quebradero de cabeza es siempre el mismo...¿de dónde sacar el agua para las plantas? Tener agua cerca significa no tener que acarrear garrafas de agua por el monte, algo tan indiscreto como incómodo. Dependiendo del terreno y de vuestra imaginación, podéis incluso planear un sistema de riego por goteo pasivo desde un riachuelo cercano hasta vuestro jardín.
Una aspecto a tener en cuenta: normalmente, las zonas donde hay agua como lagos, ríos, etc. son visitados por animales y personas, al fin y al cabo a todos nos gusta refrescarnos en verano! Procurad no visitar la fuente de agua en pleno día, cuando es más probable que os encontréis a una familia (o varias) gozando de un día campestre. Si plantáis muy cerca de un río o charca, fijaos bien en el recorrido que siguen los animales al ir a beber y evitad poner las plantas en su camino.
Existen muchas maneras de crear riegos por goteo pasivos utilizando pequeños depósitos de agua o, como ya se ha comentado, alguna fuente de agua cercana como riachuelos o charcas. Como veremos más adelante, el uso de polímeros es casi obligado para todo cultivador de guerrilla, permitiendo espaciar los riegos durante periodos mucho más largos que sin ellos. Cavar un poco alrededor del tallo permitirá que al regar o en caso de lluvia el agua se acumule donde nos interesa, especialmente cuando se cultiva en pendiente...no queremos que la preciada agua de lluvia o de riego se escurra pendiente abajo!
Preparación del cultivo de guerrilla
¿Así que ya habéis encontrado el sitio perfecto para vuestro jardín? Enhorabuena, no es tarea fácil! Vamos a fijarnos entonces en la preparación del cultivo en sí. Lo primero, por supuesto, será acondicionar la zona escogida según nuestras necesidades; podemos cavar agujeros que rellenaremos con buen sustrato y polímeros, retirar malezas, tapar posibles accesos al jardín con ramas o zarzas, etc. Vamos a fijarnos en todos estos aspectos para conseguir tenerlo todo controlado antes de empezar el cultivo:
Como camuflar el cultivo
En ocasiones podemos haber encontrado un sitio que reúne todas las condiciones necesarias menos, por ejemplo, que pueda verse desde un camino o casa, o que simplemente requiera de un poco de trabajo extra de camuflaje. No hay que asustarse: con unos guantes de jardinería y unas tijeras de poda seguramente podremos crear un espacio rodeado de ramas, matorrales y zarzas que oculten las plantas que antes pudieran quedar a la vista. Es un buen método también para ir cerrando posibles accesos al jardín en forma de pequeños caminos o estrechas sendas que pueden ser "bloqueados", de manera que resulte realmente difícil acceder a la zona donde están las plantas.
Algunos cultivadores usan alambre para atar flores de plástico a las ramas de las plantas; probablemente no engañen a quien se tope con ellas, pero definitivamente cambiarán su aspecto por completo en caso de ser divisadas desde la distancia. Otra recomendación es no seguir un patrón regular a la hora de plantar, pues una fila perfecta de plantas iguales, con tonos de verde distintos al verde de las plantas que las rodean, puede llamar mucho la atención incluso vista desde lejos.
Sustrato y fertilizantes de lenta liberación
Como ya sabréis, preparar buen sustrato para cannabis facilita - y mucho - las cosas a la hora de conseguir una cosecha tan abundante como aromática. Os recomendamos adquirir un sustrato de calidad para cannabis en vuestro grow shop habitual, prestando mucha atención a la cantidad de nutrientes que contiene y a cuánto tiempo aproximado durarán. En el siguiente link podréis ver cómo hacer un sustrato ecológico de calidad paso a paso:
Preparar un buen sustrato orgánico para marihuana
En esta entrada os haremos una pequeña introducción al cultivo orgánico-ecológico de marihuana. Fácilmente podréis adquirir los conocimientos necesarios para realizar con éxito un cultivo 100% ECO. Las cualidades de sabor y aroma aumentan potencialmente con estas técnicas, además podremos aprovechar toda la materia orgánica que nosotros mismos producimos.
Sea el que sea, el sustrato utilizado debería contener los suficientes nutrientes como para que no nos veamos forzados a tener que abonar las plantas frecuentemente, lo que significaría visitas constantes al jardín (algo que es preferible evitar). Por ello siempre suele mejor partir de un sustrato para cannabis de calidad y añadirle algunos fertilizantes de liberación lenta como los que os proponemos en el post del enlace anterior (humus de lombriz, guano de murciélago, harina de sangre o de huesos, etc), es una excelente manera de asegurar una nutrición rica y constante durante periodos largos de tiempo.
Añadir microvida al suelo asegura también un sistema radicular sano, fuerte y protegido de hongos patógenos como el fusarium o el pythium, muy temidos por todo cultivador debido a la alta tasa de muerte en las plantas infectadas. Además, nos aseguramos también de estar aprovechando los nutrientes al máximo y, por tanto, de estar sacándoles el máximo partido posible.
Los Polímeros en el cultivo de Marihuana
Los polímeros son macromoléculas compuestas por varias unidades llamadas monómeros (en agricultura suelen usarse los compuestos de poliacrilato potásico). Su utilización en agricultura, que se remonta a la década de 1950, permite ahorrar gran cantidad de agua además de espaciar la frecuencia del riego, lo que para el cultivador de guerrilla suena a música celestial. Gracias a sus propiedades físicas, pueden absorber entre 200 y 400 veces su volumen en seco de agua, representando auténticos minidepósitos para las plantas.
Suelen utilizarse mezclados con el sustrato como si de un componente más de éste se tratara. Al regar, los polímeros se hinchan y se mantienen hidratados durante largos periodos de tiempo, por lo que las plantas tienen mucha más agua en el mismo volumen de sustrato que sin ellos. Y lo mejor...si, una vez secos, volvemos a hidratarlos, vuelven a "llenarse" de agua! Los polímeros se han convertido en los últimos años en una herramienta indispensable para todo cultivador de guerrilla, pues además de ayudar a conseguir plantas más sanas y mejores cosechas, quitan trabajo al cultivador.
Otra técnica de ahorro de agua es la utilizada en algunos cultivos de secano. Se entierra a unos 10 cm de profundidad un trozo de plástico de, digamos, 1 metro cuedrado, con un agujero en el centro, donde se coloca una planta. A continuación, se hacen pequños agujeros por todo el plástico y se cubre éste con tierra, de manera que quede totalmente fuera de la vista. Gracias a este sistema, al regar el agua puede pasar a través de los agujeros que hemos practicado en el plástico e hidratar bien el sustrato. Por contra, al estar gran parte del sustrato cubierto por el plástico costará mucho más que el agua se evapore por el calor ambiental, consiguiendo un mejor aprovechamiento del agua de riego. Por supuesto, puede combinarse está técnica con la del mulching o acolchado, cubriendo la tierra de debajo de la planta con paja o plantas secas.
Variedades para el cultivo de guerrilla
Tenemos casi todo listo ya, sólo nos falta la elección de la variedad de cannabis que vamos a cultivar y podremos empezar! Las variedades autoflorecientes representaron una verdadera revolución en el sector del cannabis, y especialmente para todo cultivador guerrillero. El hecho de que las plantas florezcan independientemente del fotoperiodo permite al ben cultivador realizar varias cosechas al año, escalonando la siembra de manera que puede cosechar nuevas plantas cada poco tiempo. Con algo de paciencia y un calendario podéis hacer un estupendo plan de cultivo desde marzo hasta finales de octubre.
Respecto a variedades fotodependientes, no podemos continuar sin mencionar a una de las verdaderas reinas del cultivo exterior y de guerrilla, nuestro clásico Early Maroc ! Gracias a sus características, especialmente a una floración muy rápida, suele cosecharse durante la segunda quincena del mes de agosto, antes de las lluvias otoñales. Y si queréis una planta igual de rápida pero con una potencia y producción de resina superiores, sin duda tenéis que probar Early Gorilla, nuestro cruce entre Early Maroc y la afamada Gorilla Glue #4 (GG#4).
En general, y al escoger variedades para cultivo de guerrilla, es importante que sean rápidas y resistentes a hongos y plagas, nos ahorrará muchos dolores de cabeza y aumentaremos mucho las posibilidades de una cosecha exitosa. Como muchos sabréis, ¡fastidia mucho estar cuidando de las plantas durante meses para encontrarlas llenas de botrytis u oídio el día de la cosecha!
En este punto, hemos encontrado un buen sitio donde cultivar y tenemos el terreno bien preparado, con el sustrato a punto y el jardín bien camuflado. Ya sólo tenemos que plantar y visitar el cultivo de vez en cuando (la frecuencia dependerá de vosotros, de lo cerca que se encuentre, etc), con suerte en pocos meses podremos disfrutar de nuestras aromáticas flores!
Trucos y técnicas para el cultivo de cannabis de guerrilla
Os recomendamos, siempre que podáis, germinar las semillas de cannabis en casa tal y como debe hacerse normalmente. Lo ideal sería poder tener la planta en casa hasta que ésta alcance unos 15-20cm, momento en el que la trasplantaremos ya definitivamente en el jardín de guerrilla. Las pequeñas plántulas son delicadas, y es probable que alguna de ellas no sobreviva en caso de plantarlas directamente en la guerrilla. Por ello suelen germinarse primero en casa en una pequeña maceta que luego pueda transportarse fácilmente dentro de una mochila.
Si se trata de semillas autoflorecientes la cosa se complica un poco, pues no les gustan las macetas pequeñas y en caso de estar 10-15 días en una de ellas pueden empezar a florecer con una altura ridícula. En este caso lo mejor sería germinar en casa y llevar las semillas germinadas a la guerrilla, donde las plantaremos en su ubicación definitiva. En caso de usar clones, recordad que no es aconsejable sacarlos el exterior antes del 1 de Junio (hemisferio Norte), de lo contrario podrían ponerse a florecer (este artículo sobre cultivo intensivo en exterior os aclarará mejor esta cuestión y os mostrará cómo conseguir varias cosechas al año en exterior a partir de clones).
Algunos cultivadores expertos hacen un tubo de malla de gallinero o similar (algunos usan botellas de agua de 8 litros a las que cortan ambos extremos) para proteger a las pequeñas plantas de animales que pudieran devorar sus tiernos brotes, cubriéndolas con el tubo de malla puesto de manera vertical. Además, y como veremos a continuación, si se entierra un poco y se deja bien firme, puede servir para soporte donde atar las ramas de la planta a medida que éstas crezcan, siguiendo la técnica LST.
Controlar la altura de las plantas (SCROG, LST)
En cultivo de guerrilla no queremos plantas monstruosas de varios metros de altura, todo lo contrario! Necesitamos que nuestro jardín no llame la atención y permanezca oculto entre la maleza, por lo que técnicas como el LST o Low Stress Training funcionan muy bien. Básicamente, se va guiando el crecimiento de las ramas atando éstas a la base de la maceta, a piedras, etc. de manera que la planta nunca supere determinada altura. Además, este sistema permite un mejor aprovechamiento de la luz, con lo que se consiguen mejores rendimientos!
Se trata de una especie de variación del clásico cultivo SCROG, pero sin la necesidad de utilizar estructuras para guiar el crecimiento lateral, algo muy cómodo para el cultivador de guerrilla. Por supuesto, y para facilitar las cosas, no escogeremos variedades Sativa puras que puedan alcanzar varios metros de altura y que además tardan meses en florecer; casi cualquier otro tipo de planta de cannabis será más recomendable.
Podar las plantas
En caso necesario, y quizá combinándolo con alguna de las técnicas que acabamos de ver, podemos optar por realizar podas a las plantas. Si en un cultivo normal solemos podar las partes bajas de las plantas, en guerrilla es casi obligado hacerlo. Por un lado, dichas partes suelen acabar muy sucias de barro, hojas, etc. Por otro, quitan vigor vegetativo a las zonas de las puntas, que son las que producen los mejores cogollos y las que de verdad nos interesa que se desarrollen. Finalmente, mejoraremos el flujo de aire en la parte baja de la planta y disminuiremos las posibilidades de plagas. En nuestro artículo sobre técnicas de poda encontraréis más información y trucos para aplicarlas correctamente.
Nutrición
La nutrición debe ser la normal para el cannabis, rica en nitrógeno y fósforo durante el crecimiento y en fósforo y potasio durante la floración. Como ya hemos apuntado, lo mejor sería optar por fertilizantes orgánicos sólidos, que podemos mezclar con el sustrato al empezar el cultivo. Utilizar abonos líquidos es cómodo cuando uno tiene las plantas en casa, pero tener que acarrear con botellas de fertilizante o de solución nutriente hasta donde está el cultivo de guerrilla ya no lo es tanto. Además, nos obliga a visitar el cultivo más a menudo para poder fertilizar las plantas, algo que nos ahorramos si preparamos un sustrato rico en abonos de liberación lenta.
Riego
Como muchos ya sabréis, las necesidades hídricas de una pequeña planta de cannabis nada tienen que ver con las misma planta en estado adulto, que necesitará una cantidad diaria de agua mucho mayor. Será importante pues ir aumentando gradualmente la cantidad y/o frecuencia de riego en función del crecimiento y estado de la planta, de lo contrario puede o no crecer lo suficiente por falta de agua, o acabar con las raíces podridas por un exceso de riego. De nuevo, recordad que tenéis excelentes recursos como los polímeros que os permitirán espaciar los riegos y no tener que visitar el cultivo tan a menudo...y cruzad los dedos para que sea un verano lluvioso!
Cosecha del cannabis
Si habéis llegado a este punto (¡esperamos que así sea!) os encontráis ahora ante el último quebradero de cabeza antes de poder disfrutar de vuestras merecidas flores. Sin duda alguna, y una vez cosechados los cogollos, os recomendamos el uso de una pequeña máquina portátil de envasar al vacío para envasarlos, no os costará encontrarla en multitud de grow shops. Con este pequeño aparato y unas cuantas bolsas adecuadas, podréis transportar los cogollos frescos sin que se note su intenso olor de camino al secadero. Existen también bolsas y mochilas antiolor que funcionan de maravilla, aunque son una opción más cara. Os dejamos pues con este enlace a nuestro artículo sobre cómo secar y curar marihuana, a estas alturas es la última fase que queda por completar!
Esperamos haberos ayudado a planificar vuestro cultivo de guerrilla y a sacarle el máximo partido, no dudéis en dejarnos vuestras preguntas o comentarios.
Felices cultivos!