Desmontando la típica clasificación ‘Indica vs Sativa’ del cannabis
Lista de contenidos
- Un poco de historia sobre el origen de ‘indica’ y ‘sativa’
- Indica y sativa en función del aspecto de la planta
- Indica y sativa en función del efecto de la planta
- Variedades de hoja estrecha, variedades de hoja ancha e híbridos
- Variedades de marihuana de hoja ancha (BLD o ‘Broad-Leaf Drug’) (Cannabis indica - Subespecie afghanica -, psicoactiva, hojas anchas)
- Variedades de marihuana de hoja estrecha (NLD o ‘Narrow-Leaf Drug’) (Cannabis indica - Subespecie indica- , psicoactiva, hojas finas)
- Variedades de cáñamo de hoja ancha (BLH o ‘Broad-Leaf Hemp’) (Cannabis indica - Subespecie chinensis- , psicoactiva, hojas anchas)
- Variedades de cáñamo de hoja estrecha (NLH o ‘Narrow-Leaf’ Hemp) (Cannabis sativa, no psicoactiva, hojas finas)
- Una clasificación que produce patrones congruentes
Algunos de los términos más populares en el mundo del cannabis son indica y sativa, inevitables cuando se habla de marihuana. Pero, a medida que la planta se legitima en todo el mundo, los expertos han comenzado a cuestionar la validez de estas palabras. ¿Siguen siendo relevantes o, por el contrario, se han quedado completamente anticuadas?
Todos hemos escuchado que las plantas índicas son más compactas y tienen hojas anchas; y que las variedades sativa son más altas con hojas estrechas; o que las índicas te relajan mientras que las sativas te dan energía. Esta no es más que una leyenda urbana pues exactamente lo contrario puede ser cierto. Y, en general, es una clasificación demasiado simplista para una planta con al menos 12.000 años evolucionando junto con la humanidad. Así que es importante que entendamos completamente cómo definirla exactamente.
Un poco de historia sobre el origen de ‘indica’ y ‘sativa’
El nombre científico Cannabis sativa lo publicó por primera vez en 1753 el botánico sueco Carlos Linneo, el padre de la taxonomía moderna (la ciencia de la clasificación de los organismos). El término sativa significa ‘cultivado’ en latín y describe la planta de cáñamo común cultivada ampliamente en Europa y Eurasia occidental, donde se ha utilizado durante miles de años para cosechar la fibra y las semillas. Por tanto, sin efectos psicoactivos.
Más de tres décadas después, en 1785, el naturalista francés Jean Baptiste Lamarck describió y puso nombre a una segunda especie, Cannabis indica, (indica es la palabra latina para la India) refiriéndose al cannabis de la India, donde se originaron las primeras muestras de la planta que llegaron a Europa procedentes de todo el subcontinente indio, desde el sudeste asiático hasta África. Luego los seres humanos la extendieron por todo el mundo, principalmente, como una fuente de THC psicoactivo.
Desde la década de 1960, los taxonomistas han defendido varios sistemas de nombres o nomenclaturas diferentes. Muchos prefirieron un concepto de tres especies al reconocer Cannabis ruderalis (la palabra ruderalis es la forma adjetivada de la palabra latina rudus que significa ‘escombros’) como una especie silvestre capaz de crecer en terrenos baldíos, posiblemente antepasado tanto de Cannabis sativa como de Cannabis indica y utilizada para el desarrollo de las semillas automáticas. Otros prefieren reducir Cannabis indica y Cannabis ruderalis a subespecies o variedades de una misma especie Cannabis sativa. Se trata, por tanto, de un debate que sigue abierto.
Indica y sativa en función del aspecto de la planta
Así, ‘indica’ y 'sativa' fueron términos que se utilizaron en un principio para distinguir entre las variedades de cannabis en función de su lugar de origen y estaban destinados a distinguir el aspecto de la planta. Por ejemplo, en Oriente Medio y Asia Central, las variedades de marihuana tienen hojas grandes y anchas. Las diferencias en el tamaño de las hojas muestran la variación en la consistencia y la fuerza de la luz solar. Las áreas con luz solar más débil en función de la latitud suelen tener plantas de cannabis con hojas más grandes, para que puedan absorber la mayor cantidad de luz solar posible.
Por otro lado, hay partes de nuestro planeta donde el clima es tropical y las plantas de marihuana tienen hojas más pequeñas y finas para enfrentarse mejor a las temperaturas elevadas y la humedad de estas regiones, produciendo cogollos más ligeros y esponjosos, menos susceptibles al moho y a la pudrición.
"Sativa" e "Indica" se han utilizado tanto para describir el aspecto de la planta como su efecto
Indica y sativa en función del efecto de la planta
Pero en algún momento, la cultura popular comenzó a establecer distinciones en los efectos del consumo de indica frente a sativa, a pesar de que no hay evidencia de ello. Así, las cepas índicas denotan una experiencia más suave y relajante, mientras que las sativas están destinadas a ofrecer efectos más enérgicos y creativos.
Sin embargo, un estudio de 2015 analizó 494 muestras de 35 cepas diferentes de cannabis, todas etiquetadas como indica, sativa o híbrida. Los investigadores encontraron que la composición química entre muchas variedades indica y sativa no era lo suficientemente distinta como para diferenciar las dos.
Para complicar más las cosas, las variedades híbridas son cada vez más populares. Y, el mestizaje se ha vuelto tan común que las distinciones entre indica y sativa, en este punto, es "casi un sinsentido", informaron los investigadores en un estudio de 2018.
Por tanto, con la prevalencia de plantas híbridas, se ha vuelto casi imposible juzgar con precisión los efectos de una planta de cannabis únicamente por su apariencia física, la forma de sus foliolos, su tamaño o su altura. Lo que realmente deberíamos estar perfeccionando es la composición química de la planta.
Porque otro factor que influye es el ambiente donde se cultiva; aspectos como la luz del sol, la temperatura y la humedad contribuyen en gran medida a los efectos. La misma planta puede ser diferente cuando se cultiva en España que cuando se cultiva, digamos, en California.
Pero, independientemente de la genética, el cannabis interactúa con nuestro cuerpo de formas muy complejas. Dependiendo del tipo, una variedad indica puede ser más energizante que una sativa y viceversa. La fisiología humana individual, bioquímica, estado de ánimo, genética, etc... determinan aún más la experiencia general.
Los datos actuales también muestran la importancia de los terpenos, que podrían proporcionar una mejor orientación a la hora de elegir una variedad o comercializar sus efectos. No solo son responsables de proporcionar sabor y aroma, sino que también apoyan e influyen en los efectos de otros compuestos del cannabis, desempeñando un papel importante en el ‘efecto séquito’ del cannabis.
Terpenos y marihuana
En este artículo hablamos de los terpenos y por lo tanto, de los fantásticos aromas de la marihuana. Saber determinar cada uno de ellos es sencillo cuando se sabe como. Os lo explicamos...
Variedades de hoja estrecha, variedades de hoja ancha e híbridos
Por tanto, el consumo de cannabis produce una gran cantidad de efectos y no se puede simplificar en ‘sedante’ o ‘estimulante’. Cuando experimentas un efecto sedante de ‘indica’ o notas más claridad mental de ‘sativa’, lo que realmente estás notando es un efecto producido por una combinación de todos los compuestos del cannabis combinados con la química y fisiología de tu cuerpo.
Si bien esto relaciona cómo abordar la amplia gama de efectos del cannabis, debemos replantear nuestro enfoque sobre su apariencia física. Teniendo en cuenta ambos aspectos, es mucho más científicamente preciso, y mejorará tanto el discurso como la investigación de la planta a largo plazo, clasificar tanto Cannabis indica como Cannabis sativa en cuatro categorías distintas en función de subcategorías de variedades locales, que son poblaciones de cannabis que se han adaptado a regiones geográficas específicas.
Es lo que se propone en el texto completo ‘Cannabis: Evolution and Ethnobotany’, de los profesores Robert C. Clarke y Mark D. Merlin, que recorrieron nuestro planeta para adjuntar una definición taxonómica adecuada al cannabis, estableciendo que todas las variedades productoras de resina se derivan de Cannabis indica. De esta forma:
Variedades de marihuana de hoja ancha (BLD o ‘Broad-Leaf Drug’) (Cannabis indica - Subespecie afghanica -, psicoactiva, hojas anchas)
Generalmente se acepta que los tipos de BLD se originaron en el subcontinente asiático o posiblemente en Afganistán, de ahí la alta producción de resina que protege a las plantas del calor excesivo y las temperaturas frías típicas de estas regiones, mostrando hojas anchas de color verde oscuro y cogollos más compactos. Black Bomb sería un buen ejemplo de este tipo.
Variedades de marihuana de hoja estrecha (NLD o ‘Narrow-Leaf Drug’) (Cannabis indica - Subespecie indica- , psicoactiva, hojas finas)
El nombre latino puede ser un poco engañoso, pero los tipos de NLD se denominan comúnmente ‘sativa’ en la industria del cannabis. Sin embargo, técnicamente hablando, todas las variedades de cannabis que producen THC son índicas. Las variedades de Cannabis indica -Subespecie indica- se originaron en todo el subcontinente indio. En el siglo XIX, estas variedades psicoactivas llegaron a la región del Caribe del Nuevo Mundo, y se extendieron por toda América Central y América del Sur, distinguiéndose típicamente por sus hojas largas y delgadas, color más claro y cogollos estrechos y aireados. Amnesika 2.0, por ejemplo, es una variedad con mucha predominancia NLD.
Variedades de cáñamo de hoja ancha (BLH o ‘Broad-Leaf Hemp’) (Cannabis indica - Subespecie chinensis- , psicoactiva, hojas anchas)
Los tipos BLH se encuentran en ciertas partes del este de Asia por encima del paralelo 40. Debido a que no producen grandes cantidades de cannabinoides, los cultivos BLH se usan más comúnmente para fibra y semilla.
Variedades de cáñamo de hoja estrecha (NLH o ‘Narrow-Leaf’ Hemp) (Cannabis sativa, no psicoactiva, hojas finas)
Originarios de Europa y Eurasia occidental, los tipos de NLH se han cultivado durante siglos para la obtención de fibras y semillas; y se introdujeron en el Nuevo Mundo durante la colonización europea. Aunque es la única ‘sativa’ del grupo, los tipos de NLH no producen grandes cantidades de cannabinoides o terpenos.
Una clasificación que produce patrones congruentes
Por tanto, los tres primeros tipos son todos versiones de la especie Cannabis indica; la última es Cannabis sativa. Pero el cannabis actual ha resistido la hibridación y el cruzamiento durante muchos milenios sin tener en cuenta el registro de las distintas características genéticas heredadas. Esto hace que la abrumadora mayoría del cannabis que se vende hoy en día esté completamente hibridado, independientemente de lo que puedan decir los menús tradicionales que utilizan la clasificación indica/sativa.
El hecho es que todo este cannabis probablemente recibió una parte de su genética del acervo genético ‘Broad-Leaf Drug’/Cannabis indica. Y es probable que las líneas genéticas de tu cannabis se hayan cruzado con al menos uno, si no los tres, de estos tipos genéticos particulares. Así, la mayor parte del cannabis actual sería un híbrido de los cuatro anteriores (cuatro vías de polihíbridos) con ascendencia NLD y BLD y, a su vez, con variedades ricas en cannabidiol (CBD) como Pure CBD Punch o CBD Rich Candy, que incorporan una parte del conjunto del cáñamo europeo o chino.
Sin embargo, en lugar de preguntarnos si nuestro cannabis moderno y completamente hibridado es indica o sativa y tratar de extrapolar a partir de ahí cómo nos afectará, es mucho más apropiado clasificarlo en función de un consenso general de los efectos séquito de cada cosecha, ya que incluso los cogollos individuales tienen diversas expresiones de cannabinoides, terpenos y otras sustancias que contribuyen a distintas experiencias.
Debido a siglos de oscurantismo respecto a la planta, la historia del cannabis es en gran parte oral, con poca ciencia y registros escritos, lo que ha dado lugar a una herencia de cepas híbridas indocumentadas, resultando en una distinción entre indica y sativa en gran medida indefendible, a pesar de que la gran mayoría del cannabis hoy en día todavía se aferra a esta clasificación.
Felices cultivos!