Cómo hacer leche de cannabis

¿Aburridos de la mantequilla o el aceite de cannabis? ¡Pues os proponemos una nueva opción culinaria que seguro que hará las delicias de todos aquellos a los que les guste el lado más cremoso de la vida!

Quizás no sea nueva, pero la leche de cannabis es una receta tan versátil y sabrosa como increíblemente fácil de preparar. Y se puede utilizar para una gran variedad de comestibles, desde helados con los que conquistar a tus invitados en verano hasta una bechamel para unas croquetas de campeonato, y pasando por una nata de cannabis que combina muy bien con el café mañanero. Incluso la leche de cannabis calentita antes de dormir puede tener grandes efectos contra el insomnio y hacer que te hundas en tu colchón mientras sueñas con vacas que pastan en prados más verdes.

¿Por qué debes considerar la leche cannabis?

Fumar o vapear marihuana es un método sencillo de consumo que no requiere cocinar, calentar a fuego lento o descarboxilar el cannabis. Los efectos también se activan casi al instante y desaparecen en poco tiempo. Pero los comestibles son realmente divertidos, ya que producen una sensación que puedes notar por todo el cuerpo durante horas. Y suponiendo que no seas intolerante a la lactosa, los comestibles elaborados con leche de cannabis te proporcionarán una experiencia cannábica agradable, segura y dilatada en el tiempo.

Mantequilla de marihuana

La mantequilla de marihuana es el ingrediente rey de los postres y dulces cannábicos, se puede tomar sola untada en una tostada o como ingrediente base en bizcochos, pasteles o dulces cannábicos. Junto con unos consejos sobre su consumo, os detallamos en 5 pasos como elaborar una mantequilla de cannabis, una receta fácil de realizar que hará las delicias de todos los consumidores de marihuana.

Los errores típicos al ingerir comestibles de marihuana

Quienes lo hayan experimentado saben que la ingestión de un producto comestible elaborado con marihuana tiene un efecto más potente y duradero que la marihuana fumada o vaporizada. Esto se explica fisiológicamente porque al ingerir un comestible, el THC se metaboliza a través del hígado y este lo transforma en 11-hidroxi-THC (11-OH-THC), un metabolito activo que es muy eficaz para atravesar la barrera hematoencefálica, por lo que produce un efecto más intenso.

El THC inhalado con el humo o el vapor conlleva un proceso de metabolización diferente. En lugar de pasar primero por el estómago y luego por el hígado, algo que lleva su tiempo, el THC va directamente al cerebro transportado por la sangre. Por ello, los efectos de la marihuana son más inmediatos y duran menos tiempo cuando se fuma o se vaporiza.

Así que cuando consumimos alimentos con marihuana es esencial ser prudente e ingerir el producto en dosis bajas. Los efectos se hacen notar entre 30 minutos y 2 horas después de la toma, y pueden durar varias horas después.

Porque probablemente el error más común cuando se trata de usar comestibles de cannabis es ser impaciente. Por lo general, ocurre algo así: alguien preparó una tarta o un brownie de marihuana y tomas una dosis. Después de una hora, no sientes nada y asumes que no tomaste suficiente. Luego tomas otra dosis, solo para sentir que el subidón de la primera comienza a hacer efecto. Y así, una agradable experiencia con el cannabis se ha torcido y no queda otra solución que esperar a que se te pase el colocón.

Así que asegúrate de ser paciente cuando estés probando un nuevo comestible de cannabis y no estés seguro de su potencia. En el peor de los casos, siempre puedes tomar una dosis mayor la próxima vez.

El otro gran error es olvidarse de descarboxilar la marihuana, que es absolutamente esencial para hacer comestibles.

¿Qué es la descarboxilación?

Para que ejerza sus efectos, la marihuana debe calentarse y pasar por un proceso que convierte el THCA (ácido tetrahidrocannabinólico, la forma ácida no psicoactiva del THC que se encuentra en la planta en fresco) en THC, el cannabinoide activo que aporta las propiedades psicoactivas. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con el CBDA y el CBD si lo que estás buscando son efectos medicinales. Cuando fumas cannabis, esto sucede al aplicar calor al cannabis, por medio de la vaporización o de la combustión, que es lo que provoca que el THCA pierda su grupo carboxilo (–COOH), de ahí el nombre del proceso.

Pero cuándo estás comiendo cannabis, el proceso debe realizarse previamente, de lo contrario no habrá efectos psicoactivos. Afortunadamente, es bastante fácil. Simplemente, desmenuza un poco de cannabis y colócalo en una bandeja para hornear y mételo en el horno durante unos 30-45 minutos a alrededor de 105-120 °C. Revisa de vez en cuando para asegurarte de que el cannabis no se esté quemado y así, en muy poco tiempo, ya tendrás tu hierba descarboxilada.

La receta de la leche de cannabis

Hacer leche de cannabis es bastante fácil y no necesita de ningún instrumental que no puedas encontrar en tu cocina.

Ingredientes:

• Alrededor de 3-4 gramos de cannabis (o 20-30 gramos de hojas secas con resina).
• 1 litro de leche entera (usa menos si quieres una leche más concentrada).
• Un colador o filtro de maya fina.

Es importante saber que si utilizamos hojas secas con un cierto porcentaje de resina, el efecto será menor que si utilizamos flores de marihuana. En el caso de las flores, la cantidad de cada ingrediente dependerá en gran medida de tu tolerancia. Como regla general, 0,5-1 gramos por cada 1/4 litro de leche será suficiente.

Instrucciones:

1. Descarboxilar el cannabis en el horno.
2. Pon la leche en una cacerola, agrega el cannabis descarboxilado y cocina a fuego lento durante unos 30-45 minutos, moviendo la mezcla con frecuencia mediante una espátula. Asegúrate de que la leche no hierva ni se queme. La leche también debe espesarse un poco a medida que cuece a fuego lento.
3. Retira la leche del fuego, cuela a través de un colador (o una gasa fina para que queden menos residuos).
4. ¡Y listo! ¡No puede ser más simple!

Técnicamente, no es necesario que lo hagas con la leche de vaca. Puedes infundir fácilmente cannabis en leche de almendras, leche de cabra, leche de oveja, leche de soja, leche de arroz, leche de avena…. casi cualquier leche. Todas las recetas implican básicamente los mismos pasos. Pero ten en cuenta que cuanto mayor sea el contenido de grasa en la leche, mejor absorberá el THC.

¿Se puede hacer leche de cannabis sin descarboxilar antes la marihuana?

La marihuana es liposoluble, lo que quiere decir que para liberar sus cannabinoides tiene que mezclarse con una grasa mediante un proceso de calor. Por eso la leche que vayamos a infusionar con cannabis debe ser entera, de hacerlo con leche desnatada no obtendríamos los efectos deseados por su bajo contenido en grasa.

El potencial de la leche infundida con cannabis es realmente emocionante: esta es una base cannábica que bien vale su corto tiempo de preparación.

Gracias a esto también se puede hacer leche de cannabis sin descarboxilar previamente la marihuana en el horno, vertiendo directamente la hierba bien desmenuzada en la leche. En este caso calentamos la leche a fuego medio. Y sin dejar que llegue a hervir, añadimos la marihuana triturada y removemos con la espátula de vez en cuando.

Este proceso durará alrededor de una hora, sin dejar de remover cada ciertos minutos, mientras la leche burbujea suavemente. Luego se retira del fuego y se deja que se temple. Una vez se haya enfriado, tendrás que filtrarla (con ayuda de un colador o bien de gasas) hacia el recipiente donde vas a conservarla.

De la misma manera, tanto si la descarboxilación es el horno como si se realiza directamente en la leche caliente, es recomendable lavar antes la marihuana para eliminar cualquier tipo de polvo o impureza.

Los cannabinoides son hidrófugos, por lo que al entrar en contacto con agua no sufren ningún tipo de variación en su estructura y mantienen su forma si mezclarse con este líquido. Por ese motivo el cannabis antes de introducirse en la leche se pueden lavar con agua en una olla, llevado el agua a ebullición y luego bajando el fuego para mantenerlo sin hervir durante 10 minutos, para posteriormente enjuagar con agua fría y colar la materia vegetal con la ayuda de un colador. Una vez hemos escurrido el agua de la marihuana, es el momento de dar paso a la preparación de la leche.

¿Qué puedes preparar con leche de cannabis?

La leche de cannabis se puede usar en prácticamente en cualquier receta que requiera leche, ya sea como uno de los ingredientes principales o como aditivo. Se puede añadir al café para hacer un café con leche, para batidos a base de leche, para un increíble helado de cannabis, o simplemente se puede poner a los cereales del desayuno matutino si esa mañana quieres procrastinar como un marqués. También puedes tomar un trago de leche de cannabis directamente de la jarra.

¿Cuánto tarda en hacer efecto la leche de cannabis?

Si bien las bebidas de cannabis nanoemulsionadas pueden tener un efecto verdaderamente rápido (tan solo 15-20 minutos), la leche de cannabis que preparas en casa no hará efecto tan rápido. Debes pensar en un margen de al menos una hora y media para que demuestre sus poderes, aunque como líquido se puede metabolizar más rápido que los alimentos más sólidos, y algunos usuarios dicen que en solamente media hora sienten su magia.

El resultado final depende de varios factores, pero cuando pruebes la leche de cannabis por primera vez sigue esta regla: no te apresures y, como en la mayoría de las cosas buenas de la vida, no olvides la frase "comienza con poco y ves despacio".

¿Cuánta leche de cannabis se puede tomar?

Existe una gran cantidad de consideraciones cuando se trata de cuánta cantidad de leche consumir, por lo que es una decisión altamente individualizada. Una dosis que podría ser abrumadora para una persona apenas podría hacer que otra la notase si tiene mayor tolerancia, algo que depende de la genética de cada uno, de su complexión física o, incluso, de lo lleno que tengas el estómago en ese momento.

Además, el tamaño de la dosis recomendada también depende en gran medida del contenido en grasa de la leche, cuánto cannabis se usó para prepararla y la potencia de la variedad de cannabis en cuestión.

Si estás probando una nueva receta de leche de cannabis y dudas un poco sobre su potencia, utiliza menos o incluso la mitad del cannabis sugerido en la receta y prueba una pequeña cantidad la primera vez. Solo ten en cuenta que, incluso si consumes demasiado, el efecto es temporal y desaparecerá en unas pocas horas, así que no te agobies y…¡Bon appétit!