Mantenimiento de plantas madres: Root Trimming
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Mantener una reserva genética de plantas madre de marihuana en interior durante un largo periodo de tiempo necesita mantenimiento para conservarlas con buena salud. En general, se usa esta técnica también para que las madres den muchos clones de calidad.
El cannabis es una planta anual, forzarla a permanecer en fase vegetativa nos obliga a subministrarle ciertas cosas que le permitan adaptarse a vivir más tiempo de lo que su patrimonio genético provee. Algunas variedades de marihuana son por supuesto más exigentes que otras, pero todas saben apreciar el cuidado del cultivador para desarrollar y renovar su sistema radicular en condiciones óptimas.
El equipo Philosopher Seeds os presenta aquí una de las técnicas de mantenimiento utilizadas para la conservación de plantas madres de nuestro banco: El Root Trimming
¿Cuando hacer un root trimming?
Cuando una planta de marihuana esta cultivada en maceta, el volumen de sustrato disponible para las raíces es limitado. En función de este volumen, la planta tiene cierto tiempo antes de sentirse estrecha en su contenedor. Cuando se supera este tiempo, observamos una aceleración del fenómeno de lignificación de las ramas. La planta nos envía una señal visual que nos indica que esta envejeciendo y que no le vendría mal una ayuda para seguir en plena forma.
Si las plantas están en tierra en la misma maceta demasiado tiempo, vemos claramente como el sustrato se ha compactado y se forma una acumulación de sales y mayormente de cal en la superficie. El agua penetra con más dificultad, lo que genera bolsas secas que impiden que la planta se hidrate bien. Todo esto hace que la salud general de la planta sea más débil y por lo tanto, que los clones sean de menor calidad.
También es probable que podamos ver la necesidad de realizar esta técnica debido a que cuando algunas plantas no tienen suficiente sustrato disponible, empiecen su floración sin que lo queramos, aunque tengan un ciclo de 18 horas de luz y 6 horas oscuridad. Easy Haze / K-13 Haze y Early Maroc son dos ejemplos concretos de plantas sensibles a tales parámetros.
¿Como podar las plantas madre?
La técnica root trimming demuestra ser uno de los métodos más simples y eficaces de mantenimiento de plantas madre. No obstante, exige algunas precauciones sanitarias necesarias porque el sistema de raíces de una planta es el órgano más expuesto a infecciones de todo tipo. Recomendamos esterilizar las herramientas con alcohol antes de cualquier operación.
Como medida de precaución, siempre se hacen un par de clones de la planta que trataremos y esperaremos hasta que uno de ellos enraíce antes de empezar con el root trimming.
Aquí vemos un ejemplar de una de nuestras plantas madre Tropimango de nuestra reserva genética, mantenida en fase vegetativa en una maceta de 7L en un sustrato orgánico para marihuana desde algo menos de 6 meses.
Podemos ver que esta saludable pero las ramas bajas se han endurecido. Es hora de hacer un root trimming para asegurar la continuidad de su buen desarrollo.
Una planta madre conservada en una maceta de 3 litros necesitaría un root trimming cada 3 meses y por lo tanto, en una maceta de 11 litros, cada 11/12 meses.
Sin embargo el uso frecuente de enzimas en el riego permite una descomposición más rápida de las raíces muertas y alargará estos tiempos de forma significativa.
El root trimming paso a paso
El primer paso es reducir drásticamente el volumen de la masa foliar de la planta para limitar sus futuras necesidades de nutrientes y permitir que la planta centre su energía en el desarrollo de sus nuevas raíces.
Vamos a podar la planta a una altura correspondiente a aproximadamente 2/3 de la altura de la maceta original. Esta acción permitirá que las ramas más bajas que carecían de luz vuelvan a brotar.
Las ramas cortadas durante esta operación suelen ser de un diámetro bastante importante y eso es una puerta abierta a múltiples infecciones. Aquí también recomendamos usar herramientas esterilizadas y aplicar pasta de poda que las ayudará a cicatrizar, protegiéndolas de los hongos y bacterias.
Un vez hecha la poda, dejaremos que la planta se recupere durante una semana. A la semana siguiente, cuando veamos que la planta está mejor, empezaremos la verdadera operación para sanear el sistema radicular.
Después de reducir el volumen de la masa foliar, vamos a reducir las raíces y aportar un poco de sustrato nuevo. Esta operación debe realizarse cuando la tierra no esté ni demasiado seca ni demasiado húmeda para limitar el estrés infligido a la planta.
Retiramos con cuidado la tierra de la maceta y la colocamos en posición horizontal sobre el borde de la mesa. Lo que nos hará falta ahora será un cuchillo bien afilado (o un cutter) sin olvidarnos de esterilizarlo previamente.
El objetivo es realizar un corte limpio en la tierra. Cortaremos la mitad en largo y lo mismo de ancho a cada lado del tallo principal.
La planta está ahora lista para integrarse en su nuevo sustrato. Si tenemos la posibilidad de hacerlo, la cambiaremos a una maceta más grande. Aquí pasamos de una maceta de 7L a una de 11L con nuestra mezcla habitual de sustrato orgánico, compuesto por light-mix enriquecido con humus de lombrices y una mezcla de algas.
Usamos un sustrato inerte grueso como la arlita o puzolana en el fondo (2 o 3 centímetros de profundidad) para mejorar el drenaje.
Regaremos moderadamente este nuevo sustrato con agua y un estimulador de raíces. En muy pocos días observaremos como la planta agradece estos cuidados y empieza a brotar de nuevo incluso en las partes más bajas.
Esperamos que os haya gustado este post y que os ayude a mantener con vigor y por más tiempo vuestras plantas madre.
¡Hasta muy pronto compañeros!