Pulgón y cannabis, cómo evitarlo y combatirlo

Los áfidos, más comunmente llamados pulgones, son insectos parásitos de un gran número de especies vegetales, y representan un serio peligro para muchos cultivos. Su adaptabilidad y alta tasa de reproducción hacen de ellos una plaga a tener muy en cuenta, especialmente si vienen acompañados de otros insectos como las hormigas.

Hoy vamos a contarte todo lo que necesitas saber sobre estos molestos insectos, y te explicaremos un truco que funciona de maravilla para erradicarlos de tus plantas. ¡Y es que uno no se pasa meses cuidando su jardín para que luego vengan estos pequeños insectos a devorarlo todo!

Morfología del pulgón

Dentro de la familia de los Aphididae existen decenas de subfamilias distintas, así que no es raro ver pulgones de distintos tamaños y colores. Generalmente, se trata de insectos de 1 a 3mm de largo (los machos suelen ser algo más pequeños que las hembras) de color negro, verde o amarillo, aunque como decimos esta paleta de colores puede variar de una subfamilia a otra. El pulgón se alimenta de la planta huésped a la que parasita, causando daños en sus tejidos y problemas a la hora de desarrolarse.

Pero esta no es la única amenaza que presenta, pues a menudo actúa como vector para la transmisión de diversos virus y enfermedades de una especie vegetal a otra, por lo que una vez identificada la plaga el cultivador debe actuar rápidamente si no quiere poner en riesgo su cosecha. Su cuerpo ovoide se divide en tres zonas (cabeza, tórax y abdomen), y pueden presentar pequeñas alas membranosas y transparentes o no hacerlo (en este caso, hablamos de pulgones ápteros).

Suelen encontrarse en el envés de las hojas y en los tallos, estando apelotonados uno encima del otro, con decenas o inluso cientos de individuos en una pequeña área de la planta. Además, y debido a que los pulgones secretan una sustancia pegajosa parecida a la melaza a medida que se alimentan de la planta, suelen entrar en simbiosis con hormigas o (en menor medida) abejas, de manera que éstas protegen a los pulgones de sus depredadores naturales y a cambio aprovechan dicha melaza.

Prevención de plagas en el cultivo de marihuana

La prevención de plagas en el cultivo de cannabis es fundamental para conseguir abundantes cosechas de cogollos de primera calidad libres de insectos u hongos patógenos. Tomando una serie de sencillas medidas preventivas, podemos asegurarnos de que nuestras plantas llegarán al final de la fase de floración en perfectas condiciones y listas para la cosecha. En este artículo nos centraremos en este crucial aspecto y veremos cuáles son los productos más utilizados y cómo hacerlo.

¿Cómo se reproduce el pulgón?

La forma de reproducción del pulgón es algo compleja, pues puede cambiar en funcion de varios aspectos. Por un lado, puede necesitar de una sola planta para completar su ciclo reproductivo (hablaríamos entonces de un ciclo monoico) o de dos plantas distintas, en lo que se conoce como ciclo dioico.

Además, puede que se reproduzcan de manera sexual, con la intervención de un macho y una hembra, o de manera asexual, en el proceso conocido como partenogénesis. Generación tras generación, no es raro observar cambios evidentes en su morfología, gozando pues de un alto grado de polimorfismo en su descendencia. Por contra, la metamorfosis que se da desde su estado de ninfa hasta que alcanza la madurez es mínima, por lo que larvas y adultos se diferencian básicamente en su tamaño.

Su ciclo reproductivo es rápido, por lo que es una plaga que puede convertirse en un problema serio en muy poco tiempo. Normalmente, en exterior los huevos permanecen latentes durante todo el invierno a la espera de unas condiciones ambientales favorables para su eclosión y posterior desarrollo, que suelen darse durante la primavera. Una característica curiosa es que los pulgones suelen parasitar una sola planta hasta que deja de serles útil, momento en el que las hembras producirán una generación de pulgones alados que podrán así migrar a otra planta huésped.

Al igual que otras plagas como la araña roja, a los pulgones les gustan las temperaturas cálidas y un ambiente con baja humedad relativa, por lo que primavera y verano son las épocas de mayor actividad en exterior. Por contra, las condiciones de la mayoría de cultivos de interior son ideales para la reproducción del pulgón, así que en este caso no podremos bajar la guardia en ningún momento del año.

Daños causados por el pulgón

Identificar una plaga de pulgón por los síntomas que causa es complicado, pues al alimentarse mediante un filamento picador/chupador no dejan marcas en los tejidos como sí hacen otros insectos. Por contra, es relativamente fácil darse cuenta de que una planta está infestada de ellos, pues por su tamaño y color no suelen pasar desapercibidos.

Los primeros síntomas visibles una vez tenemos una colonia establecida en una planta son amarilleamiento y necrosis de las hojas, así como rastros de melaza en tallos y peciolos principalmente. Además de los problemas causados a la planta y del riesgo de que los pulgones le contagien algún virus o enfermedad, esta melaza también puede traer problemas en forma de hongos como la negrilla. Observar rastros de melaza en la planta u hormigas suele ser síntoma de plaga de pulgones, así que tocará dar un buen repaso a tallos y enveses de las hojas en su busca.

Cómo prevenir la aparición del pulgón

Como siempre, todo empieza por un cultivo limpio y sano. Retirar hojas muertas y restos de materia orgánica en descomposición, aplicaciones periódicas de preventivos contra plagas como jabón potásico, piretrinas o aceite de Neem o la observación periódica de las plantas en busca de signos de plagas son los primeros pasos para evitar problemas en nuestro cultivo.

Podemos optar también por la alelopatía, la asociación benéfica entre plantas; si rodeamos nuestras matas de cannabis de plantas como madreselvas, lupinos, dedaleras, ortigas, caléndulas o ajenjo estaremos ayudando a mantener a raya el pulgón. Por supuesto, puede optarse también por la lucha biológica, utilizando depredadores naturales que se alimentarán de los pulgones en cuanto éstos aparezcan. Aphidius Colemani, Adalia Bipunctata o Chrysopa Carnea son algunos de los depredadores que puedes utilizar.

Cómo tratar una plaga de pulgón

Una vez tenemos una colonia de pulgones en nuestras plantas, no es cuestión de dormirse en los laureles. Podemos optar por aplicaciones periódicas de algún insecticida para insectos chupadores, aunque en este caso lo interesante (y efectivo) es utilizar dos productos distintos, uno que elimine a los adultos y otro específicamente formulado para los huevos (ovicida). Utilizarlos de forma alterna cada 3-4 días será lo más efectivo (con alguna aplicación foliar sólo con agua cada 3-4 aplicaciones de insecticida).

También puedes preparar un eficaz insecticida casero a base de tabaco, caldo de otrigas o ajo, aunque suele ser más efectivo el uso de un ovicida que elimine los huevos antes de que éstos eclosionen y vuelvas a tener las plantas llenas de adultos. Combinar un producto ovicida con alguno de estos remedios caseros será más efectivo, ahorrando tiempo, dinero y, probablemente, alguna baja.

Por supuesto, y dado que a los pulgones les gustan especialmente los brotes tiernos, puedes retirar las partes afectadas y continuar con métodos preventivos, vigilando especialmente la planta afectada durante los días siguientes. ¡No serías el primero en realizar una buena poda apical al mismo tiempo que te libras de una potencial plaga!

Finalmente, hay una manera de eliminar la plaga de manera rápida y efectiva, y todo ello usando sólo jabón potásico y agua. Se trata de preparar la aplicación de manera normal, pero en este caso la realizaremos durante el momento del día que más insolación reciban las plantas. Rociaremos los pulgones con una generosa capa de nuestro preparado y sólo tendremos que esperar a que el sol evapore el agua; al hacerlo, el jabón creará una costra alrededor de los insectos, que no podrán alimentarse ni moverse, muriendo en poco tiempo. Si hace falta, repetiremos la operación pasados 3-4 días.

En definitiva, y como siempre, se trata de mantener un espacio de cultivo lo más limpio y pulcro posible, realizar aplicaciones preventivas con algún insecticida natural, y mantener unas condiciones dentro del cultivo interior que impidan la reproducción de esta molesta plaga (sólo con bajar un poco la temperatura y aumentar la humedad suele ser suficiente para ponerles las cosas realmente difíciles a los pulgones). ¡No olvides compartir tus experiencias o trucos con todos nosotros!

¡Feliz cosecha!