Qué es el CBD

Tradicionalmente, el cannabis se ha asociado principalmente al THC (tetrahidrocannabinol), el principal componente psicoactivo de esta planta. Sin embargo, en los últimos años otro cannabinoide se ha popularizado enormemente tanto en el mundo cannábico como en el terreno medicinal a nivel global, el CBD o Cannabidiol. El gran número de aplicaciones terapéuticas de este cannabinoide en concreto, y en especial el hecho de que el CBD no es psicoactivo, han provocado un considerable aumento en el interés por parte de la comunidad científica y en especial de miles de pacientes de diversas enfermedades que han encontrado en el CBD el alivio que hasta ahora no habían hallado.

Así, recientemente hemos sido testigos de la aparición de numerosas variedades de cannabis con alto contenido en CBD, así como de las comercialización de una gran variedad de cremas, aceites, cápsulas, etc. ricas en este cannabinoide y, lo que es mejor, completamente legales al no contener THC (estos cosméticos se producen a partir de cultivos legales 100% orgánicos de cáñamo).

Philosopher Seeds no ha querido permanecer al margen de esta corriente y por ello trabajamos constantemente en desarrollar variedades feminizadas de cannabis con CBD, como por ejemplo Spicy CBD, Fruity Jack o Sweet Love o nuestros nuevos trabajos que pronto descubriréis, Cheesy Auto CBD o Lemon Auto CBD.

Qué es el CBD?

El CBD fue aislado por vez primera por Adams, Hunt y Clar en 1940, y fue caracterizado algunos años más tarde por el doctor Raphael Mechoulam y Shvo, en 1963. Pese a tener la misma fórmula química que el THC (C21 H30 O2), su estructura molecular (la disposición de los átomos que componen la molécula) es diferente, lo que causa un número considerable de variaciones en sus correspondientes efectos, como por ejemplo la psicoactividad. Se trata de uno de los más importantes fitocannabinoides, representando una parte considerable - en según qué variedades es de hecho el principal - de los cannabinoides encontrados en la planta de cannabis, especialmente en las cabezas de los tricomas glandulares entallados.

La investigación científica avanza cada día al respecto del estudio del CBD, y hoy tenemos claro, por ejemplo, que el CBD no es una degradación del THC (como se creía en el pasado) o que posee baja afinidad con los receptores cannabinoides CB1 y CB2, aunque interacciona de manera mucho más evidente con otros receptores de nuestro cuerpo como el GPR55 o el 5-HT1A. Hoy se cree también que su actividad inhibidora de la enzima FAAH causaría un aumento en los niveles de endocannabinoides como la anandamida, producida por nuestro propio organismo.

Ya hemos mencionado que el CBD no posee propiedades psicoactivas, por lo que no ha sido catalogado por la Convención de Substancias Psicotrópicas. Sin embargo, el cultivador amateur de cannabis debe tener algo muy claro: por mucho que una variedad comercial de cannabis posea altos contenidos en CBD y bajos en THC, el nivel de éste último sobrepasará el límite legal en casi todos los casos, por lo que cultivar estas variedades conlleva los mismos riesgos legales que cualquier otra variedad de cannabis narcótico. Sí existen variedades de cáñamo que pueden cultivarse legalmente (como la variedad “Fedora 17”). Sin embargo, el contenido en cannabinoides de variedades como ésta (CBD 1%, THC 0,1%) hacen que su potencial terapéutico quede lejos de variedades con niveles considerablemente más altos de cannabinoides.

Se cree que la combinación de los diferentes cannabinoides y terpenos modula en mayor o menor medida los efectos de éstos y aumenta la eficiencia del CBD, creando un efecto de sinergia entre los diferentes compuestos (entourage effect). No obstante, y desde el punto de vista legal, tanto la eficacia del CBD como su no psicoactividad lo hacen mejor candidato para tratamientos médicos que el THC.

Propiedades del CBD

Las propiedades terapéuticas y posibles aplicaciones médicas del CBD son numerosas, entre las cuales destacamos:

• Como eficaz anti-inflamatorio
• Para reducir la ansiedad y los síntomas de depresión
• Para aliviar nauseas y convulsiones
• Para reducir los síntomas psicóticos

Así, se ha demostrado la eficacia del CBD para combatir síntomas de enfermedades como el Parkinson, la epilepsia infantil, Síndrome de Dravet, síndrome de West, síndrome de Lennox-Gastaut, la depresión, la esquizofrenia, la psoriasis, la artritis, las enfermedades inflamatorias crónicas intestinales (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa...), la esclerosis múltiple, el transtorno de ansiedad social , ataques de pánico, el asma, el acné o la sintomología derivada de los tratamientos contra el cáncer, reduciendo el dolor y las náuseas mientras estimula el apetito.

La investigación científica sobre los cannabinoides continua imparable a día de hoy, así que constantemente pueden encontrarse nuevos estudios que demuestran las propiedades que hemos mencionado. Dichos estudios también añaden propiedades y posibles aplicaciones hasta ahora desconocidas, abriendo un sinfín de posibilidades a esta planta, especialmente en el terreno médico.

Uso del CBD

Hoy en día tenemos diferentes maneras de beneficiarnos de las propiedades medicinales del CBD. Por supuesto, podemos optar por cultivar nuestras propias variedades de cannabis ricas en CBD, aunque cabe la posibilidad entonces de estar actuando fuera de la legalidad vigente en nuestro país de residencia debido a que el contenido en THC de estas variedades es, en la inmensa mayoría de casos, superior al establecido legalmente. Si optamos por variedades de cáñamo, su contenido en cannabinoides será sensiblemente inferior al de las variedades narcóticas, por lo que conseguir los mismos efectos que con estas últimas será francamente difícil.

Otra fuente de CBD, ésta 100% legal, son los numerosos productos ricos en este cannabinoide que se han comercializado en los últimos años. Al ser extractos de plantas de cáñamo, su contenido en cannabinoides es muy inferior al de un extracto de una variedad narcótica, y su precio hace que los pacientes a menudo prefieran cultivar en casa sus propias plantas ricas en cannabinoides asumiendo el riesgo legal que pueda comportar.

Si vamos a utilizar el CBD para algún tratamiento médico, debemos tener en cuenta las diversas conclusiones alcanzadas por diversos estudios científicos: el CBD ingerido puede ser transformado en THC por los ácidos gástricos del estómago, lo que explicaría los reportes de algunos usuarios que, tras tomar CBD de esta forma, atestiguaban síntomas parecidos a los del THC. Así, si uno quiere estar seguro de no padecer dichos síntomas, la manera más recomendable de tomar el CBD es por vía sublingual (debajo de la lengua). Otro estudio reciente ha demostrado que el CBD ingerido no reduce los efectos del THC, como algunos creen. Para ser efectivo a tal efecto debe ser fumado, no ingerido.

Como hemos visto en este breve resumen, el CBD puede ayudar a un elevado número de pacientes que hasta ahora no habían encontrado en los diversos fármacos disponibles un alivio a sus dolencias. Su actividad es especialmente eficiente cuando ésta viene combinada con la de otros cannabinoides y terpenos, por lo que parece que la manera más efectiva de usarlo es a través de plantas de cannabis especialmente desarrolladas para contener altos niveles de CBD.

Esperamos que este post os haya ayudado a entender mejor qué es el CBD y cuales son algunas de sus numerosas aplicaciones en el terreno medicinal. Si os han quedado dudas o queréis compartir algún comentario no dudéis en hacerlo.

Buenos y medicinales humos!